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Una víctima de violencia sexual debe hacer un inmenso esfuerzo por recordar los hechos que durante años ha intentado olvidar.

El sistema judicial en España establece que la carga de la prueba, es decir, quien debe aportar pruebas, es la denunciante y como en la mayoría de casos de violencia sexual es la palabra de ella contra la de él porque no hay testigos. Es por eso que la declaración de la mujer es clave. Pero la presión que siente una víctima, aseguran las abogadas, se recrudece.

Aquest matí es reprèn a l'Audiència de Barcelona el judici per la presumpta violació múltiple a una noia de 14 anys a Manresa. Un testimoni clau perquè la fiscalia decideixi si manté l'acusació d'abusos contra els processats o l'eleva a agressió sexual.

El Comitè de Vaga 8M Manresa ha organitzat una concentració d'aquí a un quart d'hora a les portes de l'Audiència. Però NO serà l'única, ja que aquesta tarda estan previstes diverses concentracions simultànies a diversos punts del territori en suport a la jove.

Un hombre, Juan R.G., ha confesado haber matado a su mujer en la localidad cordobesa de Rute y ha sido detenido en Madrid después de avisar a las fuerzas de seguridad e informar de que se encontraba en la capital con sus dos hijos menores de edad, en lo que tiene visos de ser un nuevo caso de violencia de género.A las 8.30 horas las fuerzas de seguridad han recibido una llamada de un varón que, tras identificarse, ha asegurado que había matado a su esposa y que se encontraba en la parroquia Purísimo Corazón de María, en el barrio de Embajadores, en su coche y con sus dos hijos pequeños

  • Laura Luelmo o Diana Quer son algunas de las víctimas que no entran en el registro oficial
  • El pacto de Estado aprobado en 2017 exige incluir todas las formas de violencia contra las mujeres
  • El 016 es el teléfono de atención a las víctimas de violencia de género, es gratuito y no deja huella en la factura

El secretario de Organización del PP, Javier Maroto, ha lamentado en Los Desayunos de TVE que haya quien intenta justificarse en que haya denuncias falsas de mujeres contra sus parejas o exparejas para buscar que se suprima la Ley de Violencia de Género. Sin embargo, ha considerado que "uno de los principales problemas que tiene la violencia de género son las denuncias falsas": "Muchas personas conocen casos de mujeres que malutilizan la ley para obtener réditos de parejas o exparejas. Son suficientes casos como para combatirlos". Las estadísticas oficiales recuentan en un 0,076% los casos de denuncias falsas.

Durante la entrevista, Maroto ha defendido la abstención del PP para la investidura de Pedro Sánchez porque "prefiere a los socios de la moción de censura" y ha vuelto a incidir en la "indignación" que produce ver al líder de EH Bildu Arnaldo Otegi sin pedir perdón por los crímenes de ETA en TVE y ha considerado que una repetición de elecciones podría beneficiar a su partido porque menos ciudadanos votarían a Vox y a PP, pero que prefieren que haya gobierno.

Lo ocurrido en los Sanfermines de 2016 no fue abuso, si no violación, violación en grupo. Lo ha dicho el Tribunal Supremo, que ha elevado de 9 a 15 años la condena para José Angel Prenda, Alfonso Jesús Cabezuelo, Ángel Boza, Antonio Manuel Guerrero y Jesús Escudero, los cinco amigos que agredieron sexualmente a una joven de dieciocho años en un portal de Pamplona. Está claro que La guerra más larga de la historia (Espasa), la de la violencia contra las mujeres, continúa, y así se titula el libro firmado por Isabel Reverte, Margó Venegas y Lola Venegas. En él se dedica un apartado a las sentencias judiciales más y menos ejemplares, y al caso de La Manada. Incluye además un repaso a crueles tradiciones como el planchado de pechos en Camerún, el engorde de niñas en Mauritania, el rechazo que sufren las mujeres nepalíes durante la menstruación (el Chhaupadi), las burneshas de Albania (mujeres que cambian de género, que viven cómo hombres, para evitar la violencia), y un larguísimo etcétera.

toleranciacero.rne@rtve.es

En las cárceles solo el 20 % de los condenados por violencia de género participan en programas de intervención. Uno de los centros que los ofrece es la prisión de Valladolid. Sus responsables insisten en que consiguen evitar que los condenados repitan los delitos al salir de la cárcel.

Una información de Sara de Blas