En Navarra hay nueve municipios en alerta roja por la crecida de los ríos. Desde el aire se ve completamente desbordado el río Arga a su paso por la comarca de Pamplona. El Gobierno foral mantiene el nivel 1 de alerta por inundaciones en la zona media y en la ribera Navarra.
El río Arga baja con muchísimo caudal a su paso por Pamplona y amenaza con desbordarse. De hecho, el Ayuntamiento de la ciudad ha pedido a los vecinos de la zona que retiren sus vehículos de los garajes. Y en Pirineos hay alerta roja por nevadas, tanto en Navarra, como en Lleida, y especialmente en Huesca, donde la previsión es que se acumulen hasta 40 centímetros de nieve.
El temporal de viento, lluvia y nieve que afecta a todo el norte de la Península, mantiene a 30 provincias en alerta por olas que pueden alcanzar los 10 metros de altura. Protección Civil aconseja no acercarse demasiado a la costa y no hacer fotos junto al mar.
Más de 150 personas que se habían quedado atrapadas en la Estación de los Llanos del Hospital, en Huesca, han conseguido salir esta mañana con la ayuda de la Guardia Civil. Aún así varias carreteras de la zona siguen cortadas por riesgo de aludes.
El municipio cántabro de Tresviso recupera la normalidad casi un mes después de haber quedado incomunicado por las nevadas. Hasta tres metros de nieve se han llegado a acumular en muchos puntos de algunas carreteras.
El caudal del río Ebro ha aumentado en las últimas horas y podría acercarse a niveles extraordinarios. Ya se han producido algunos desbordamientos y las lluvias previstas para los próximos días pueden complicar la situación.
La mayoría de rescates por aludes ocurren el Pirineo, uno de los más trágico tuvo lugar hace veinticinco años en la Tuca de Paderna, en Huesca, con nueve fallecidos. Este año, seis aludes han arrastrado a más de veinte personas. La actuación rápida, en los quince primeros minutos tras la avalancha, es fundamental.
En España, después del intenso temporal, ahora preocupa la nieve y el hielo que empiezan a derretirse en algunas zonas del norte peninsular.
La ciudad de Nueva York se prepara para vivir la que será la noche más fría en décadas. Las temperaturas rondarán sobre los 20 grados bajo cero. Las autoridades han advertido de condiciones extremas.
Hace ya una semana que no nieva en el Parque Natural del Saja-Besaya pero todavía está todo cubierto de blanco. Una estampa bonita para los visitantes, pero fatal para muchas de las especies que habitan aquí.
Aunque las temperaturas están subiendo algo, los efectos del temporal son todavía muy visibles en algunos puntos del norte, sobre todo en Cantabria o Castilla y León. Son los últimos coletazos de la ola de frío que ha durado doce días y no se esfumará de golpe.
Aunque el temporal ha remitido, sigue habiendo todavía mucha nieve en Cantabria. También en el País Vasco, en lugares como Vitoria, donde además de nuevo hace mucho frío, cerca de los diez grados bajo cero.
La ola de frío nos deja imágenes como la de la Sierra de la Tramontana, en Mallorca, cubierta de nieve, donde se ha registrado una de las nevadas más copiosas de los últimos años. O las de la comarca de Liébana, en Cantabria, donde la nieve todavía mantiene incomunicados a muchos pueblos, aunque en la carretera que presentó los mayores problemas, la A-67, la que une la Meseta con Cantabria, ya se circula con cierta normalidad. Y en la estación de Formigal, el fuerte viento que sopló movió la nieve acumulada en los márgenes de la carretera provocando retenciones de hasta cuatro horas.
El temporal de estos días todavía mantiene aisladas a numerosas localidades. Las máquinas quitanieves trabajan sin cesar para intentar reabrir las carreteras. Pero hay personas que necesitan cuidados o medicamentos y no pueden esperar. Un equipo de TVE ha acompañado a la Guardia Civil y la UME en su labor de ayudar a las personas que han quedado incomunicadas estos días de temporal.
El servicio de emergencias retiraba la tierra que invadió la nacional 364. Se temía lo peor, pero se fue descartando a medida que avanzaban los trabajos. De momento seguirá cerrada al tráfico mientras duren las labores de comprobación de los taludes aledaños.
