Enlaces accesibilidad
arriba Ir arriba

La noche ha sido infernal en Carcaixent, donde se concentran todos los esfuerzos. Más de 800 personas han estado trabajando a contrarreloj. Al de Carcaixent, se suman otros dos incendios en la misma provincia. El de Bolbaite sigue activo, con más de 1.500 hectáreas arrasadas. No está controlado pero avanza bien, según los equipos de extinción. El de Benifairó de les Valls está controlado. Un cuarto, el de Terrateig, quedó extinguido ya anoche.

La campaña de los partidarios y detractores de la pertenencia británica a la Unión Europea (UE) permanece suspendida desde este jueves por el asesinato de la diputada laborista Jo Cox, defensora de continuar en Europa

El primer ministro, David Cameron, canceló su histórica visita a Gibraltar tras conocer la noticia y este viernes ha defendido junto al líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, los valores democráticos en un acto en tributo a la diputada en Birstall.

Tras depositar unos ramos de flores en esta población del norte de Inglaterra, Cameron pidió "redoblar" los esfuerzos para defender los valores democráticos de "tolerancia" y "servicio", ya que Cox perdió la vida llevando a cabo su trabajo como parlamentaria.

Mientras se investiga si la muerte de Cox tiene vinculación política e incluso si ha sido un homicidio fortuito, la campaña está parada pero las preocupaciones no cesan a seis días de que los británicos decidan en el referéndum del 23 de junio el futuro de Reino Unido.

El presunto asesino de la diputada laborista británica Jo Cox sufría problemas mentales, según ha confirmado su hermano a los medios británicos, y era simpatizante de uno de los principales grupos neonazis de Estados Unidos, tal como ha revelado este viernes un grupo de defensa de los derechos civiles.

Las autoridades británicas no han facilitado la identidad del sospechoso de la muerte de Cox y, por ahora, se han limitado a informar de que un hombre de 52 años fue detenido en las inmediaciones del lugar donde la parlamentaria sufrió el ataque, en el centro de la localidad de Birstall.

Sin embargo, los medios locales le han identificado como Thomas Mair, vecino de esa localidad del norte de Inglaterra desde hace 40 años, aunque nació en el pueblo de Ayr, en Escocia.

Mair vive en una pequeña vivienda social concedida por el ayuntamiento de Fieldhead, a 1,6 kilómetros del lugar donde Cox fue asesinada; la casa ha sido registrada por las fuerzas del orden en las últimas horas. Sus vecinos relatan que no está casado ni tiene hijos, y que vivió con su abuela hasta que ésta murió en 1996; desde entonces, estaba solo.

En la Plaza de la Catedral de Colonia se podía ver esta pegatina: Ciempozuelos antifascista. Es uno de los carteles que estaban pegando dos jóvenes españoles y una chica ayer por la tarde. Al verlos un grupo de seis rusos, entre 26 y 30 años, al parecer borrachos, los atacó de forma brutal a puñetazos y patadas. A uno le rompieron el tabique nasal roto, Tanto él como el otro joven herido leve fueron atendidos en un hospital de Colonia. Unos transeúntes avisaron a la policía y algunas unidades que estaban en las cercanías consiguieron detener a cinco de ellos. Al sexto, lo detuvieron en la cola para embarcar de un vuelo para Ibiza.

La Policía del condado de Orange, en el centro de Florida (EE.UU.), ha encontrado el cuerpo de un niño de dos años que fue arrastrado al agua por un caimán en una playa del complejo Grand Floridian Resort & Spa de Disney.

Los padres estaban presentes cuando se produjo el ataque del caimán e intentaron en vano arrancar a su hijo de las fauces del reptil, de 1,5 a 2 metros de largo, cuando este se hallaba en el agua.

La Policía ha explicado que el niño murió ahogado y que el cuerpo estaba intacto.

Los efectivos de la Comisión para la Conservación de la Fauna y la Pesca (FWC) continúan buscando al caimán.

En Bolbaite, Valencia, avanza el incendio que se delcaró este miércoles por la tarde, pese a que los bomberos y la Unidad Militar de Emergencias han estado trabajando durante la noche para controlarlo. A primera hora se han reincorporado también medios aéreos de extinción. El fuego afecta a varios términos municipales y ha obligado a practicar algunos desalojos por precaución.

La suya fue la historia de una obsesión que se preocupó en disimular: matar en nombre de Alá. El minuto de silencio en todas las comisarías de Francia ha pesado como la peor de las impotencias. Mientras los investigadores buscan posibles cómplices de Larossi Abballa. Indicios hubo en 2011. Arrestado por participar en una red yihadista, decía en uno de sus mensajes: "tengo sed de sangre, pongo a Alá por testigo". Hablaba de limpiar infieles y tenía propaganda yihadista y una lista de potenciales objetivos. Junto a otros detenidos, frecuentaba parques, degollaba conejos y se entrenaba física y religiosamente. Pero el perfil limitado e influenciable que Abballa mostró en el juicio, rebajó la alerta. Cumplida la pena de 3 años, abrió un negocio de comida a domicilio. Era, dicen los vecinos, un chico normal. En Febrero pasado su nombre apareció en otra investigación sobre redes yihadistas. Y su teléfono fue intervenido. No hubo conversación sospechosa. Lo que sucedió hasta la noche del lunes, lo contó él mismo en Facebook, tras asesinar al comisario y su pareja: tres semanas antes había jurado lealtad al jefe del estado islámico. El Gobierno dice que sólo se pueden juzgar hechos, no intenciones, y que ese salto es muy difícil de detectar a tiempo.

El fiscal ha calificado los altercados como actos de guerrilla urbana. Que no se haya detenido a ninguno de los 150 hooligans rusos implicados en los disturbios de Marsella cuestiona, como poco, la previsión. El Fiscal ha reconocido que se trata de grupos extremadamente entrenados, y preparados para operaciones híper rápidas e híper violentas, dice. Términos que ya distancian el fenómeno, del clásico grupo alcoholizado fuera de control. Quienes lo estudian señalan un fallo: juzgarlo con criterios de hace 20 años. Ahora, dicen, hooligans como los rusos están entrenados en deportes de combate, no son particularmente bebedores, y en Marsella habrían pretendido echar un pulso a los ingleses, todavía en el imaginario colectivo, a la cabeza en este tipo de incidentes. De hecho, casi todos los 35 heridos del fin de semana son británicos. Desde Londres arrecian las críticas por que las autoridades francesas no hayan sabido gestionar a los ultras del este. La UEFA amenaza a las dos Federaciones con la expulsión, si se repiten los enfrentamientos, y ha abierto un procedimiento disciplinar contra Rusia, duro golpe a la imagen de Moscú, próxima anfitriona del Mundial 2018. El gobierno francés apuesta por reforzar la presencia policial, prohibir el alcohol y cerrar bares del entorno de los estadios, expectante ante la alerta de los próximos partidos que disputarán, Rusia el miércoles en Lille, y los ingleses, al día siguiente en Lens, a sólo 40 km.