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 Imágenes de georradar confirman la existencia de un tren blindado oculto cien metros bajo tierra, que podría ser el convoy nazi cargado de oro perdido hace 70 años en las cercanías de Walbrzych y presuntamente descubierto hace unos días por dos cazatesoros, ha informado el Ministerio de Cultura.

Polémica en Reino Unido tras la publicación de un vídeo en el que aparece la Reina Isabel II, con siete años, haciendo el saludo nazi. La grabación se hizo en 1933 cuando Hitler acababa de ser elegido canciller de Alemania. El Palacio de Buckingham acusa al diario británico "The Sun" de no contextualizar las imágenes.

Un juez de Estados Unidos, ha desestimado la reclamación de una familia judía, que pedía su devolución, después de que los nazis le obligaran a venderlo, muy por debajo de su precio. Durante años, el cuadro decoró el salón de los Cassirer, una acaudalada familia judía. En 1939 los nazis obligaron a la abuela Lilly a venderles el cuadro por una cantidad ínfima bajo la amenaza de enviarla a un campo de concentración. Y durante años, han mantenido con el Museo Thyssen, que lo compró en los setenta en Estados Unidos, una batalla legal para recuperarlo. 

En el altillo del armario de la habitación de soltera de Dory Sontheimer había siete cajas. Siete cajas que nunca descubrió cuando vivía con sus padres. Pero cuando sus progenitores murieron y quiso vender su casa, esas cajas salieron a la luz y cambiaron la vida de Dory por completo. En ellas había fotos, pasaportes, documentos y sobre todo cartas, las que se enviaron sus padres y que le permitieron conocer la verdadera historia de su familia y a la vez adentrarse de lleno en una oscura etapa de la historia, la del holocausto nazi y los judíos que se refugiaron en la España de Franco, como los padres de Dory. Ahora esta farmacéutica de profesión ha plasmado su historia en el libro Las siete cajas (26/05/15).

Se cumplen 70 años del fin de la II Guerra Mundial y de la liberación del campo de Mauthausen, donde estuvieron 7.000 españoles. El Congreso pide que se les rinda homenaje y Parlamento habla con uno de los supervivientes que aún hoy nos cuenta el horror que vivieron.

José Marfil, de 94 años, es uno de los nueve mil españoles que fueron deportados a los campos de exterminio. Sobrevivieron menos de la mitad. El Gobierno de la República lo movilizó hacia el final de la Guerra Civil. Luego, como muchos, cruzó los Pirineos. Se alistó en el ejército francés. Los nazis lo capturaron con 19 años y acabó en Mauthausen. Su padre había entrado seis meses antes.