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Es única en el mundo, con más de 300 objetos relacionados con la carrera del Duque Blanco. Abre sus puertas mañana al público, pero ya les podemos ofrecer un adelanto. Barcelona será la única ciudad española que albergará esta exposición hasta el 25 de septiembre.

Este 20 de mayo de 2017 se ha celebrado la Noche Europea de los Museos, una iniciativa que se desarrolla en paralelo al Día Internacional de los Museos y que se celebró el pasado jueves, 18 de mayo. Se trata de un proyecto que permite acceder a los museos en horario nocturno y contemplar algunas obras de los mejores artistas del mundo de un modo distinto, con la magia del silencio y la noche. Además de España, otros países como Francia, Alemania, Italia, Rusia, Portugal o Austria se han sumado a esta noche especial que contribuye a difundir el patrimonio cultural que posee cada país. Esta iniciativa ha cumplido este año 13 ediciones.

Celebramos el Día de los Museos con Gonzalo de Santiago, responsable de comunicación del Museo de la Evolución Humana de Burgos; Consuelo Luca de Tena, directora del Museo Sorolla; Mari Ángeles Polo, responsable del departamento de difusión del Museo Nacional de Escultura en Valladolid; José Alberto Cortés, director gerente de la Fundación C.V. Museo Arqueológico de Alicante; Luis Aberto Pérez, conservador del Museo del Greco; Amparo López, conservadora del Museo Lázaro Galdiano, y Joan Gadea, concejal de cultura de Guadalest (Alicante), el pueblo con más museos por habitante.

17 horas de música en directo esperan a los visitantes del Museo Reina Sofía que aprovechaban que la entrada es gratuita para asomarse a la exposición de Picasso y el Guernica. Música también en la Real Academia de San Fernando a cargo de un grupo de trombonistas. En el Museo Thyssen, los visitantes pueden hacerse 'selfies' dentro de los cuadros.

La restauración en el Prado es un trabajo de equipo por eso la dirección de la cátedra va a ser por primera vez colectiva. La mayoría de los restauradores trabajan aquí desde los 80 y su marca de la casa empieza antes de tocar la obra. Para ello estudian el color, la composición, los análisis químicos, hablan con los conservadores. Vocacional, silenciosa e intensa, la restauración termina cuando la obra vuelve a la sala casi, casi como recién salida del estudio del pintor.

Cuando un artista se resiste a desaparecer, deja obra y tarea. Rodin murió hace 100 años, pero se las ingenió para seguir trabajando en su taller, hoy museo imprescindible. Rodeado de luz, espacio, esculturas y bocetos, que se siguen reproduciendo. Quería que sus obras fueran una referencia para escultores futuros, como Anselm Kiefer, que ensambla, corta, reutiliza y multiplica en un proceso de vocación infinita. Ahora expone junto a Rodin, que dejó centenares de moldes y que puede seguir produciendo, otro siglo más.