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El papa Francisco ha visitado una favela de Río de Janeiro, que hasta hace poco estaba controlada por bandas de narcotraficantes, y ante sus habitantes dijo que nadie puede permanecer indiferente ante las desigualdades sociales y exhortó a los jóvenes a luchar contra la corrupción y la injusticia.

El Papa Francisco ha visitado las favelas de Manguinhos, al norte de Río de Janeiro. Bergoglio ha dicho que nadie puede permanecer indiferente ante las desigualdades que existen en el mundo y ha pedido a los poderes públicos que trabajen por un mundo más justo. El Papa ha querido hacer un llamamiento a los que mas tienen y a los poderes publicos y hombres de buena voluntad para que no se cansen de trabajar por un mundo mas justo y mas solidario.

El papa Francisco llegó anoche a Brasil, el país con más católicos del mundo, en medio de una enorme expectación y unas medidas de seguridad que él mismo desafió continuamente. En un papamóvil sin cristales blindados por expreso deseo del papa, Francisco se mostró cercano y comprensivo con las demandas de los jóvenes.

Francisco ha expresado este lunes que a la Jornada Mundial de la Juventud ha "traído lo más valioso que hay. Ni oro ni plata, Jesucristo". Así lo ha afirmado durante el primer acto con las autoridades brasileñas en el primer viaje internacional de su pontificado.

Cuatro heridos y siete detenidos es el saldo inicial de un enfrentamiento entre policías y manifestantes cerca del Palacio de Guanabara, donde ha tenido lugar la ceremonia oficial de bienvenida del papa Francisco, en la que han participado la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y otras autoridades. El papa llegó este lunes a Brasil donde participará durante una semana en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).

El Papa Francisco ha iniciado este lunes su visita oficial a Brasil, donde dentro de unos días presidirá la Jornada Mundial de la Juventud que, este año, se celebra en Río de Janeiro. Se trata de su primer viaje oficial desde que llegó al Pontificado.

El papa Francisco ha emprendido este lunes viaje desde Roma a Río de Janeiro, donde presidirá la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) católica, a la que se espera que asistan en torno a dos millones de jóvenes del 23 al 28 de julio.

Dos días después de la clausura de la Jornada Mundial de la Juventud, la organización ha hecho un balance positivo aunque también reconoce errores. Según sus datos, 15 millones de espectadores siguieron el encuentro católico por televisión.