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En Egipto, se ha reanundado el juicio contra el exdictador Hosni Mubarak, pero ha quedado aplazado hasta el 5 de septiembre porque se ha unido con la causa ya abierta contra el ministro del Interior. Mubarak ha llegado en ambulancia a la segunda vista del juicio sobre su implicación en el asesinato de 850 personas durante las revueltas que llevaron a la caída de su régimen. Como ya hiciera en la primera sesión, Mubarak ha comparecido en camilla y acompañado por sus dos hijos, acusados de corrupción.

El despliegue de 5.000 policías a las puertas del tribunal no ha podido evitar los choques entre partidarios y opositores al régimen, que han llegado a enfrentarse a pedradas. Mubarak es el primer mandatario que sienta en el banquillo por su papel en las revueltas árabes. Si es declarado culpable, podría ser condenado a pena de muerte.

La segunda sesión del juicio contra el expresidente egipcio, Hosni Mubarak, ha comenzado este lunes en El Cairo con el acusado tumbado en una camilla, con los ojos cerrados, mientras el juez examinaba las pruebas de la acusación. Los hijos de Mubarak, Alaa y Gamal, también comparecieron ante el tribunal y se mantuvieron de pie en la celda-jaula de los procesados tratando de ocultar a su padre a los presentes en la sala. Los tres están acusados de planear los ataques contra los manifestantes durante la Revolución del 25 de Enero y podrían enfrentarse a la pena capital si son declarados culpables.

A punto de cumplirse seis meses de la caída de Mubarak, el país sigue en manos del Consejo Militar y sin fecha para celebrar unas elecciones de las que salga un gobierno civil. Esta situación hace que muchos de los jóvenes que lucharon por la caída del dictador, se sientan ahora frustrados.

Es un día histórico en Egipto y en el resto del mundo árabe. Hosni Mubarak es el primer exmandatario que se sienta en el banquillo por la represión de las revueltas populares, en la llamada primavera árabe. La primera sesión del juicio acaba de terminar y continuará el 15 de agosto.

El expresidente egipcio Hosni Mubarak y sus hijos, Alaa y Gamal, negaron hoy las acusaciones que recaen contra ellos de abuso de poder e implicación en la muerte de manifestantes durante la Revolución del 25 de Enero. "Niego todas estas acusaciones", dijo Mubarak, que respondió a la pregunta del juez Ahmed Refat con un micrófono y en una camilla junto a sus hijos, que permanecieron de pie. Alaa y Gamal, vestidos de blanco y con un libro en la mano, también se declararon no culpables y repitieron la misma frase que su progenitor.

El ex presidente de Egipto será juzgado junto a dos de sus hijos y el exministro del Interior por la muerte de manifestantes durante las revueltas. Su comparecencia aún está en el aire por su estado de salud. Fuera del juzgado se registran disturbios entre partidarios y detractores.

Mubarak, tras abandonar el hospital en el que se encontraba ingresado, en Sharm el-Sheikh, por su débil estado de salud, está ya en El Cairo para enfrentarse a su juicio. Junto a él, su antiguo ministro del Interior, Habib el Adli, y sus dos hijos, Gamal y Alaa. Todos están acusados de acusados de estar implicado en la muerte de manifestantes, así como de enriquecimiento ilícito y de corrupción.