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Todo el mundo habla de la última película de Jacques Audiard durante la jornada de este domingo en el Festival de Cannes. El director llevaba tiempo detrás de un proyecto que, en un primer momento, podría haber sonado como de otro mundo. Su película, 'Emilia Pérez', es un thriller sobre cómo un líder de un cártel mexicano decide cumplir su sueño y convertirse en mujer. El español cobra también protagonismo a través de la cineasta Elena López Riera, quien presenta su mediometraje 'Las novias del sur'.

Si bien, no es la primera vez que Cannes le abre la puerta a este tipo de producciones, ya que en 2017 se presentó "Carne y arena", una pieza del mexicano Alejandro González Iñárritu en realidad virtual sobre los migrantes. Este año, el certamen ha creado una categoría específica para obras narrativas inmersivas, que mediante la realidad virtual o aumentada, permiten que los espectadores se transporten a otros cuerpos u otras épocas. 

La guerra en Ucrania ha ido mermando la industria cinematográfica en el país, pero los directores ucranianos no paran de rodar películas. Muchos cineastas han tenido que ir al frente y muchos han muerto. En Ucrania hay unas 500 salas de cine, algunas de las cuales han cerrado, pero la gente va al cine.

Foto: Getty Images

El cineasta ha presentado su nueva película Megalópolis en el Festival de Cannes, o como él la ha clasificado, su "proyecto más ambicioso". Ha sido financiada al 100% por él, y aunque la crítica no le acompaña en la alfombra roja, quien sí lo hace es el reparto del filme comandado por Adam Driver y Grace VanderWaal. El director, dos veces galardonado con la Palma de Oro, ha sido la principal atracción del día en Cannes.

Entre aplausos y con un auditorio rendido a sus pies, recogía Meryl Streep la Palma de Oro de Honor del Festival de Cannes. Se lo entregó una emocionada Juliette Binoche, que le dio las gracias por cambiar la forma en la que vemos a las mujeres en el cine. Un premio que reconoce el enorme talento de esta actriz y sus casi 100 papeles.

Entre lágrimas, muy emocionada, Meryl Streep agradeció el reconocimiento y contó que, al cumplir los 40, pensó que su carrera llegaba a su fin, como tantas otras mujeres en el cine. Pero no podía estar más equivocada: a sus 74 años, sigue en lo más alto, en el lugar que sólo alcanzan las estrellas.