Los Gálvez de Aguirre y los Miramar firman la tregua en 'Valle Salvaje'
Valle Salvaje
- Una reunión junta a las dos familias con la intención de acercar posturas y terminar la guerra
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Los Gálvez de Aguirre y los Miramar parecen dispuestos a terminar con la guerra que está matando de hambre a los habitantes de la Casa Pequeña. Al menos esa era la idea de José Luis: llegar a un acuerdo que atajara los ataques entre ambas casas. En cambio, Bernardo pensaba que iban allí para recibir una disculpa, pues ellos no creen que hayan atacado a nadie. Pero el duque de Valle Salvaje no lo ve de ese modo: casarse a escondidas y que le haya apuntado con una pistola son motivos suficientes para considerarlos ataques, por lo que cree que el primero que debe disculparse es el de Allué. Todo indica que la reunión se va a echar a perder, pero al final uno de los dos da su brazo a torcer, dando así inicio a una tregua. ¿Te has perdido el momento? ¡Te contamos todos los detalles de lo sucedido en Valle Salvaje!
Bernardo pide disculpas a José Luis
"Tan solo tiene que disculparse para que las aguas vuelvan a su cauce. Es una oportunidad única que no debería desperdiciar", le dice José Luis a un Bernardo que duda si hacerlo o no mientras que Mercedes le deja claro que lo único que quiere su cuñado es humillar a su marido. Rafael coincide con la opinión de su tía, así como Julio. Incluso Victoria parece no estar de acuerdo con la petición del duque: "Es cierto que tienes derecho a exigirle que se disculpe, pero quizás este no sea el lugar más adecuado", comienza diciendo la prometida, pero Bernardo corta su intervención.
"Mis disculpas señor duque, no debí actuar a sus espaldas ni mucho menos encañonarle con una pistola. Así que, le pido disculpas, sinceramente", dice el de Miramar. Por su parte, el Gálvez de Aguirre hace ver a sus hijos que no era tan difícil, y acepta las disculpas: "A partir de este momento ya podemos tratarnos en igualdad de condiciones".
Mercedes y Bernardo, invitados a la boda de los duques
Victoria le agradece a Bernardo haber tomado la determinación de ceder: "Disculpándose ha demostrado sabiduría y entereza, cualidades propias de un gran duque". Lo que no esperaban ninguno de los presentes a la reunión era que los duques de Valle Salvaje iban a premiar tales cualidades con una invitación. "Quedan usted formalmente invitados a nuestro enlace", termina diciendo José Luis ante la mirada serie de los Miramar y sus hijos.
El reciente matrimonio no da respuesta sobre si irán o no a la boda de la próxima semana en el valle, pues tienen que pensárselo después de todas las situaciones que se han dado, y tan desagradables, entre las dos familias. En cambio, los Gálvez de Aguirre se quedan con la duda, pues Francisco anuncia la llegada de Amanda y rápidamente José Luis da por finalizada la reunión.
Victoria quiere volver a unir a la familia
Tras la reunión familiar, Victoria vuelve a juntar a los hermanos Gálvez de Aguirre para agradecerles sus esfuerzos e implicación que han tenido. Para ella, esta tregua es un primer paso de muchos, pues no piensa detenerse aquí con tal de poner fin a las hostilidades. En cambio, Irene desconfía de sus verdaderas intenciones.
"Si Dios quiere, la semana que viene seré duquesa de este valle, y si hay algo que no deseo es que se convierta en tierra quemada, y que el día a día resulte insoportable. Es mi responsabilidad velar por la concordia, y espero sinceramente que me ayuden a restablecerla", les pide Victoria a los hijos de duque, que finalmente, y a regañadientes, puede contar con ellos.
Eso sí, los jóvenes Gálvez de Aguirre quieren poner una condición que tiene que ver con Alejo: "Si de verdad quiere ayudar debe conseguir que lime asperezas con mi padre, y que se perdonen el uno al otro", le dice Irene a una Victoria que cree que no será una tarea fácil, pero que es su deber recuperarlo para la causa: "Siguiendo el ejemplo de su madre, que en paz descanse, mantener a esta familia unida será mi nueva responsabilidad, y pienso hacer lo imposible para lograrlo".
Los Miramar podrán comprar en el mercado
Después del primer paso que dieron la firmar una tregua entre las dos casas, y de la promesa de Victoria en ser quien mantenga a la familia unida, ella misma ha sido la persona que ha ido hasta la Casa Pequeña para dar una buena nueva a los prometidos: "El duque de Valle Salvaje ha dado orden de que sean atendidos en los comercios del pueblo. A partir de ahora pueden volver a comprar con normalidad". Los Miramar agradecen el detalle, y así se lo hacen saber a la prometida del duque, que insiste en que todos tienen que poner de su parte y pasar por alto las ofensas recibidas. "Las puertas de palacio están completamente abiertas para todos ustedes", les hace saber.
La próxima duquesa de Valle Salvaje también se interesa por la decisión que han tomado sobre si asistir o no al enlace, algo que los Miramar no pueden confirmar, pues todavía no han tenido tiempo de pensarlo. "Si no quieren hacerlo por mi prometido, y tampoco por mi, háganlo por los hijos del duque. Tienen a doña Mercedes en gran estima y la echarían mucho en falta en la boda", insiste la antigua dueña de la Casa Pequeña, que aprovecha la ocasión para hablar con sus sobrinos y ofrecerles trasladarse a vivir a palacio.
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