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Grooming: qué es y cómo detectar una de las mayores amenazas online

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La tirita digital - Que no te líen - Grooming: cómo proteger a tus hijos en Internet

El término conocido como "grooming" es una práctica en la que un adulto establece una relación a través de las redes sociales con una persona menor de edad. Según los especialistas, el objetivo es ganarse su confianza con una finalidad sexual. Esta amenaza se presenta en diversas plataformas como redes sociales, juegos en línea y aplicaciones de mensajería. Estos individuos suelen utilizar tácticas manipuladoras con el fin de obtener información personal, fotos o vídeos comprometedores.

Este tipo de acoso puede tener consecuencias devastadoras para las víctimas, incluyendo trauma psicológico, abuso físico y explotación sexual. Además, los niños y adolescentes, al ser más vulnerables y menos conscientes de los peligros, pueden no reconocer las señales de advertencia y caer en las trampas de estos depredadores. En la nueva entrega de La tirita digital, expertos en la materia desvelan cómo poder identificar estos casos y así poder evitarlos.

¿Cómo detectar casos de grooming?

Según un estudio publicado por Save the Children, en 2022 hubo 954 denuncias por delitos sexuales a través de Internet que tenían como víctima a un menor, donde seis de cada diez eran niñas. Respecto al perfil del agresor, casi en la mitad de los casos la persona era desconocida para la víctima, lo que puede complicar la forma de detectarlo. Por eso es aún más fundamental el seguimiento de los padres. ¿A qué comportamientos deben estar atentos?

Según Manuel Ransán, responsable de ciberseguridad para la ciudadanía y menores de INCIBE, estas son algunas de las señales que no debemos pasar por alto: "Que cambien sus hábitos de uso de las tecnologías, que de repente empiecen a utilizar de manera excesiva el teléfono móvil, que se aíslen en su cuarto o que haya secretismo sobre las actividades que están desarrollando en línea".

¿Qué hacer para proteger a los menores?

Para evitar el grooming, es crucial educar a los menores sobre los riesgos y las estrategias que se utilizan. Los padres y educadores deben fomentar un ambiente de comunicación abierta donde los jóvenes se sientan seguros para hablar sobre sus interacciones en línea. Establecer reglas claras sobre el uso de internet y supervisar las actividades digitales de los menores también es fundamental. Enseñarles a no compartir información personal con desconocidos, a desconfiar de las solicitudes de amistad de personas que no conocen en la vida real y a reportar cualquier comportamiento sospechoso puede marcar una gran diferencia. Además, es importante utilizar herramientas de control parental y configurar correctamente las opciones de privacidad en las aplicaciones y plataformas que utilizan.

"Es recomendable que se inicien en las redes sociales manteniendo un perfil privado", continúa explicando Ransán. "Lo que recomendamos a los padres es, lo primero de todo, intentar ser prudentes y mantener la calma. Es decir, si el menor ha decidido dar el paso y nos cuenta lo que ha sucedido, hay que mostrar apoyo, porque son unos momentos sumamente complicados para él".