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Lola Flores sabía que tenía cáncer, pero no quiso operarse por este sorprendente motivo

Noticia Lazos de sangre 

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¿Por qué Lola Flores no se quiso operar de cáncer? Así fueron sus 20 años de enfermedad

Lola Flores, la estrella más grande del firmamento, dejó huérfano a todo un país cuando nos dijo adiós. La Faraona nació en Jerez de la Frontera el 21 de enero de 1923. Pero murió en Madrid, en su residencia de El lerele. Sus hijas y su marido no estaban presentes. Se fue en los brazos de su secretaria, amiga y confidente Carmen Mateo, 72 años después. Había vivido dos décadas con su enfermedad.

El recuerdo de la artista sigue vivo en la cultura popular. Pero es la mujer quien dejó huella en todos los que la conocieron. Lo recuerda su hija Rosario en el especial de Lazos de sangre dedicado a su vida y trayectoria: "Lola Flores fue una persona especial con una luz especial. Generosa, buena, bonita, alegre. Era un ser maravilloso”. También otro artista y amigo, Joan Manuel Serrat: "Fue una mujer valiente profesionalmente y valiente en su vida personal".

Lola Flores

Lola Flores rodó 40 películas a lo largo de su carrera. Gtres

El carácter arrollador de la faraona la acompañó en todos los momentos de su vida, también durante el curso del cáncer que se la quitó. Aunque se sometió a tratamientos de quimioterapia y a la terapia de cobalto recomendada entonces para tratar enfermedades oncológicas, decidió no operarse. Sus hijas y su hermana relatan en el documental el razonamiento tras esta decisión que se llevó a La Faraona antes de tiempo.

Lola Flores quiso morir como vivió, sin dejar de actuar hasta el último momento. Como ella dijo en La clave en 1984: “Mi bata de cola no me la quita nadie. Y moriré con ella. No en el escenario, por supuesto, haré lo posible para que no. Pero a lo mejor pido que en la caja me la metan”.

¿Por qué La Faraona no se quiso operar?

A Lola Flores le detectaron un cáncer de mama en 1972. Tuvo que someterse a duras sesiones de quimioterapia y, aunque perdió algo de su pelo, siguió actuando de cara al público. Su hermana Carmen estaba con ella cuando recibió la noticia de que su pronóstico había empeorado y relata el acontecimiento en Lazos de sangre.

"Yo fui con ella al médico y le dijo que lo del pecho, después de doce años, le había pasado al otro pecho. El médico le dijo que, si se lo cortaba, se salvaba. Y ella dijo que no. Era tan coqueta que no quería", recuerda Carmen.

La propia Lora Flores habló sin tapujos de este momento en su entrevista en La luna, el programa de Televisión Española conducido por Julia Otero, en 1989. "Yo tenía un bulto en el pecho izquierdo que ya se me salía por los escotes y se me veía un poco. Fui al médico y me dijo: ¿Eres valiente? Y yo le dije: hombre, creo que sí. Dice: es que le voy a cortar el pecho. Hace 17 años. Yo le dije que no, que no me cortas el pecho, me cortas por la cintura, porque entonces tengo que dejar de trabajar". De ahí que decidiera no alterar su cuerpo y continuar con su vida con aparente normalidad. "Yo me iba a darme cobalto y después me iba a trabajar".

La cantante Lola Flores con su marido, Antonio González

La cantante Lola Flores con su marido, Antonio González "El pescailla", y su hija Lolita, posando en el hospital

Esta confesión en el programa fue muy impactante teniendo en cuenta que, hasta el momento, La Faraona no había querido hablar de su enfermedad. "Yo le pedí permiso para preguntarle por ello", dice Julia Otero. "Me dijo que pasaría muy rápido por ello porque de esas cosas no le gusta hablar. Pero hizo una intervención muy potente".

¿Cómo se tomaron sus allegados esta decisión?

La pena por la pérdida temprana de Lola Flores transita silenciosamente todo el documental. Lo dice su hija Rosario: "Cuando murió tenía 72 años, pero parecía que tenía 58. Estaba en plenitud de vida".

Sin embargo, quienes la conocieron respetan la decisión que la artista tomó sobre su vida y cuerpo, fruto también del contexto. Quizás entonces era más difícil imaginarse la vida tras una intervención de lo que es hoy.

Julia Otero, que también ha vivido la enfermedad, recuerda que los tratamientos a los que se sometió Lola Flores ya fueron muy agresivos. "El tratamiento contra el cáncer sigue siendo muy duro, pero es muchísimo más suave que a lo que sometían entonces a quienes tenían una enfermedad oncológica. El ejemplo de fortaleza al seguir trabajando pese a todo me parece admirable".

La cantante Lola Flores posando en Madrid

La cantante Lola Flores posando en Madrid

La Faraona tuvo suerte. Los peores síntomas de la enfermedad tardaro mucho tiempo en aparecer y pudo vivir dos décadas con la enfermedad. Para su hija Lolita, su perseverancia fue clave: "Aguantó todo el tiempo que aguantó porque nunca dejó de trabajar y de ser ella". Pero Rosario reconoce que la fortuna tuvo mucho que ver: "También fue un caso especial en su enfermedad, porque estuvo con ella veintitantos años y no le dio la cara hasta después de muchísimo tiempo".

Al recordar su actitud frente a la enfermedad, muchos caen en la tentación de idealizarla. Su amiga y representante, Mariola Orellana, recuerda: "Realmente nunca la vi enferma hasta un día en el camerino en que tuvieron que venir a pincharla. Nunca se quejaba". Pero Rosario apunta a cómo, por mucho que se adopte una actitud especialmente resiliente ante la enfermedad, esta puede ser muy dura. "Lo llevaba bien, con dignidad, y a veces se quejaba. Era humana, como todos, y se quejaba".

Su último proyecto fue junto a su hija Lolita

Aunque La Faraona expresó en vida que a veces desearía que sus hijos hubiesen escogido otra profesión (para, de este modo, poder pasar más tiempo con ellos), fue su principal admiradora y compartió escenario con ellos siempre que tuvo oportunidad. Renació de sus propias cenizas y recuperó la actividad y el amor del público tras la breve caída que supuso su escándalo con Hacienda. Su último proyecto artístico fue el programa de Televisión Española Ay, Lolita, Lola, en el que actuó junto a su hija y estuvo hasta el último día.

Lo cuenta Lolita: "Ella muchas veces venía del médico, de sacarse líquido de la pleura con una jeringuilla enorme. Y después venía al plató".

"Tenía el brazo tan hinchado que en una de las canciones no lo podía mover", recuerda su hermana Carmen. "Pero estuvo hasta el final dando vida".

El 16 de mayo de 1995, Lola Flores abandonó este mundo para alcanzar la eternidad. Ciento de miles de personas salieron a la calle a despedirla en un homenaje multitudinario que todavía se recuerda.