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Conchi García, nutricionista, sobre los niños que no comen verduras: "No hay que obligarles"

  • Señala que es "natural" que las rechacen por que "son poco energéticas o tienen un sabor un poquito amargo"
  • Escucha la Vida sana con Julio Basulto en RTVE Audio y los viernes en Las tardes de RNE a las 18.20 h

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Conchi García visita "Vida sana" de Julio Basulto.
Conchi García visita "Vida sana" de Julio Basulto.

Padres, madres, abuelos y abuelas obligan demasiadas veces a sus niños a que coman verduras. ¿Es esto correcto? ¿Por qué ocurre? Queremos que coman sano y variado y no lo conseguimos. Conchi García, dietista y nutricionista, ha visitado "Vida sana" de Julio Basulto en Las tardes de RNE para ofrecer algunas claves sobre cómo afrontar estas situaciones en familia.

También ha explicado por qué es importante que toda la familia, la escuela o los compañeros de clase estén informados sobre por qué tienen que comer diferente por problemas de salud. La dietista y nutricionista ofrece estas y otras claves de los más pequeños en su libro Tina disfruta comiendo, una publicación dirigida para pequeños a partir de tres o cuatro años, pero en la que también se encuentran recursos para la familia con información, ejemplos, recursos o consejos que poner en práctica.

¿Por qué los niños rechazan las verduras?

El hecho de que los niños rechacen las verduras es algo "natural" y "muy normal durante la infancia", cuenta Conchi García. Lo hacen de "forma innata porque nacen ya preparados para a partir de los dos años empezar a rechazar este tipo de alimentos por un factor puramente evolutivo": "Son poco energéticas o tienen un sabor un poquito amargo".

Pero en las familias hay una gran preocupación para que coman de manera saludable. ¿Qué pueden hacer? "No hay que obligarles, ni forzarles, ni insistirles, no coaccionarles, igual que no lo haríamos como con un adulto". También propone que se tengan verduras disponibles en casa y "ser ejemplo".

Por último, García ha señalado como fundamental "tener paciencia". Julio Basulto añadía en la conversación que esta paciencia se tiene que mantener hasta más allá de los 20 años y la prioridad no tiene que ser que con dos años coman muchísimas verduras.

Informar y educar para evitar problemas

"Todas las personas nos alimentamos diferente y eso es maravilloso, que haya diversidad". Esta es la idea que ha destacado y que padres y maestros deben transmitir a los niños desde muy pequeños. "Pero hay niños y niñas que tienen que comer diferente por un motivo de salud", a pesar de que "no tengan ninguna restricción alimentaria". El objetivo es "normalizar" esta situación y "evitar ingestas accidentales".

"El niño o la niña tiene que saber qué alimentos no puede comer, qué hacer en el caso de una ingesta accidental o incluso la medicación de rescate que necesita". Además, también debe estar informado el colegio, los compañeros y compañeras de clase para normalizar y evitar estas ingestas en los desayunos y meriendas que comparten y "las familias de los compañeros para evitar problemas en las fiestas de cumpleaños”.