Costillas marinadas de Gipsy Chef: máximo sabor, mínimo esfuerzo

• Estas costillas con aromas cítricos son tan tiernas que se deshacen y además prácticamente se cocina sola
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Costillas marinadas de Gipsy Chef: máximo sabor, mínimo esfuerzo

Las costillas marinadas de Gipsy Chef son una receta casi mágica: aunque parezca increíble por lo buenas que están, podemos decir que prácticamente se cocinan solas. Y es que lo que le da el twist a esta receta sucede justo justo cuando no estamos cocinando: la carne adquiere todo su sabor al marinarla, el proceso en el que la impregnamos en especias, tomate, miel y zumos cítricos y la dejamos reposando para que absorba todos sus matices.

Exactamente el mismo proceso que con las verduras. El horno se encargará de hacer el resto y dejar una carne tan tierna que se desprende sola del hueso. ¿Te atreves a cocinar este recetón?

¿Estás preparado para las costillas más jugosas y sabrosas que has probado en la vida? Alba Giné

Así se hacen: Receta de costillas marinadas

Costillas marinadas de Gipsy Chef
Costillas marinadas de Gipsy Chef

carne

Ingredientes

Preparación

Un costillar de cerdo Sal Pimienta negra molida Ralladura de medio limón Ralladura de una naranja Canela molida Orégano Jengibre Zumo de un limón Zumo de tres naranjas Tomate concentrado Miel Dos zanahorias Medio kilo de patatas nuevas pequeñas Vino blanco Mantequilla

Coge el costillar, echa un buen pellizco de sal y masajea la carne para que penetre. Haz lo mismo por los dos lados. Ponle (por los dos lados) pimienta negra, ralladura de medio limón, ralladura de una naranja y ve frotando cada vez que añadas un aderezo para que impregne bien. Sigue el proceso con un toquecito de canela, otro de orégano y jengibre rallado (con piel y bien lavado). Pasamos a los ingredientes húmedos: pon el costillar sobre una capa de film y pon en la carne el zumo de un limón, el de una naranja, un buen chorro de tomate concentrado y masajea. Añade por último un buen chorro de miel. Recuerda: la miel y el tomate concentrado van solo por la parte de arriba del costillar, la carnosa. En este paso no tienes que frotar la miel en la carne. Envuelve bien con papel film: puedes dejar marinar el tiempo que quieras, aunque lo óptimo es dejarlo 24 horas dentro de la nevera. Corta las zanahorias en trozos más bien grandes, pincha las patatas con un cuchillo por varios sitios y ponlo todo en un bol y añadimos sal, un chorrazo de vino blanco, el zumo de dos naranjas, un toque de orégano, pimienta negra y un chorro de AOVE. Mezcla bien con las manos y deja marinando el mismo tiempo que la carne. Pon todas las verduras sobre la bandeja de horno protegida con papel de aluminio y papel de horno y coloca encima la costilla. Ponle un bien chorro de AOVE. Hornea 2 horas a 150º, después de ese tiempo saca las patatas y vuelve a meter la carne en el horno entre 10 y 30 minutos a máxima potencia para rematar. Pon las patatas sobre un papel de horno en el que has espolvoreado sal y pimienta. Aplasta un poco las patatas con la mano. Pon sobre cada una de las patatas aplastadas un toque más de sal y de pimienta, cúbrelas con papel de horno y vuelve a aplastar. Pon una sartén al fuego y añade un chorro de AOVE y bastante mantequilla. Cuando se haya derretido añade romero. Coloca las patatas chafadas en la sartén y dóralas 30 segundos por cada lado. Para emplatar coloca las patatas, los trocitos de zanahoria y corta la costilla.