Receta de tarta de queso y uvas de la nutrichef Marta Verona

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Maridaje de uvas y queso en temporada de vendimia

Son muchas las recetas que tienen el queso como protagonista, pero la unión de uvas y queso, es tan antigua como eficaz. Son un acierto para el paladar, pero también para el estómago.

En este matrimonio, la uva tiene mucho que aportar, empezando por su piel, que puede ser blanca o más roja, en este segundo caso tendrá más antioxidantes. En cualquier caso, ambos tienen antocianinas, resveratrol, flavonoides y taninos, perfectos para cuidar nuestras arterias, nuestro aparato digestivo e incluso nuestra piel. Por dentro tiene mucho agua, mucha fibra y una gran cantidad de vitaminas y potasio, perfecto para cuidar nuestro corazón.

¿Y qué hay de las calorías de las uvas? Está claro que tienen azúcar, pero como bien explicó Beatriz Robles en Saber Vivir, el azúcar de las uvas no es negativo. Son calorías buenas, que además van acompañadas de mucha fibra.

¿Con qué podemos combinar las uvas?

Las uvas pueden introducirse en cualquier postre, al que dará un toque dulce y fresco, pero también en platos salados. Uvas congeladas bañadas en chocolate negro, podrían ser una de esas combinaciones perfectas para tomar al final de una comida. Pero si no quieres esperar al postre y prefieres que sean un ingrediente más en un plato principal, solo hay que añadir uvas y nueces a una ensalada, con ellas tendremos un plato de diez, delicioso y nutritivo.

Así se hace: Receta de tarta de queso con uvas

Al contrario de lo que se puede pensar, esta receta tiene una versión saludable que Marta Verona ha sabido encontrar adaptando la famosa receta de cheesecake a su versión más sana.

Cheesecake con uvas

Ingredientes

Preparación

Para la base: 300 g de copos de ave 100 g de mantequilla de cacahuete 100 g de dátiles medjoul deshuesados Para el relleno: 300 g de anacardos 250 g de yogur griego 250 g de queso crema 50 g de dátiles medjoul deshuesados Un chorrito de zumo de lima o limón Para la cobertura: Uvas blancas y tintas

Para hacer la base, trituramos muy bien todos los ingredientes con ayuda de un robot de cocina y lo disponemos sobre la base de un molde desmontable, forrado con papel de horno. Enfriamos mientras hacemos el relleno. Para el relleno, en un cazo vertemos los anacardos y los cubrimos con agua. Los llevamos a ebullición durante 10 minutos para ablandarlos. Colamos, desechamos el agua y ¡nos quedamos con los anacardos! Trituramos muy bien los anacardos con el resto de los ingredientes del relleno y echamos el conjunto en el molde, sobre la base. Dejamos enfriar toda la noche y una vez solidifique, decoramos con uvas porque ¡uvas y queso saben a beso!