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¿Cuáles son los límites entre la ciencia y la magia? 5 Curiosidades científicas

  • Hay fenómenos físicos que resultan indistinguibles de la magia
  • En 1983, David Copperfield hizo "desaparecer" la Estatua de la Libertad
  • 'Órbita Laika' explora la ciencia de la magia en La 2 con #OLMagia, ya en RTVE Play

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'Órbita Laika' se adentra en la ciencia de la magia

Hay fenómenos físicos, reacciones químicas e ilusiones ópticas tan sorprendentes que, para una persona que las desconozca, resultan indistinguibles de la magia. Y es que, cuando se trata lo de ciencia e ilusionismo, los límites son más difusos de lo que parece. Te dejamos cinco curiosidades sobre la delgada línea que separa la ciencia del ilusionismo.

1. ¿Es posible prender fuego a un billete y que no se queme? La respuesta es sí. Eso sí, para ello el billete debe impregnarse previamente en una solución de agua y alcohol. Si quieres saber más, te lo cuenta Javier Santaolalla en este vídeo.

2. Los magos son unos maestros de la manipulación de la atención. De forma intuitiva, (o a veces, no tanto), los ilusionistas juegan con nuestra percepción del exterior, que no deja de ser una construcción del cerebro a partir de la información que cogemos del exterior, de nuestra memoria, e incluso de nuestros prejuicios. La neurociencia es una gran aliada para sus trucos.

3. A principios del siglo XX, el gran mago Harry Houdini presumía de averiguar cómo se realizaba una ilusión tras verla, como máximo, tres veces. En 1919, tuvo que retractarse . Y el mérito fue de Dai Vernon. El ilusionista canadiense logró engañar a Houdini con un truco conocido como “la carta ambiciosa”. Un truco al que sucumbió Eduardo Sáenz de Cabezón, presentador de 'Órbita Laika'.

4. Muchas personas hemos soñado alguna vez con tener una “capa de invisibilidad” como la de Harry Potter. Estamos lejos de tener algo así, pero hay quien sí ha logrado acercarse a ese sueño: el lenguado. Este pez es un auténtico 'ninja' a la hora de mimetizarse con el suelo marino, cambiando la tonalidad de su piel, e incluso adquiriendo la apariencia de la arena o de las piedras.

5. En 1983, el ilusionista David Copperfield hizo “desaparecer” y “reaparecer” la Estatua de la Libertad ante un público atónito y millones de espectadores en la televisión. Gracias a un 'hackeo' épico de los sentidos de los asistentes, logró ejecutar con éxito esta hazaña. Su ilusión tiene detrás una explicación científica, pero aun así, nos quitamos la chistera.