Vendedores de prensa: sólo 17.000 quioscos sobreviven hoy en nuestro país
- Juan Vicioso e Iván Martín trabajan como quiosqueros en la Comunidad de Madrid
- David Zurdo nos habla del caso Tuskegee y otros experimentos con humanos
- JPelirrojo pincha los éxitos de Wing, la otra banda de Paul McCartney
Forman parte del paisaje en nuestras ciudades, regalándonos ese olor a papel que sólo el buen lector percibe a metros de distancia, aunque cada vez son menos: los quioscos.
Con motivo del Día del Vendedor de Prensa (5 de octubre), Memoria de delfín se adentra en un oficio en permanente lucha por la supervivencia, que desde hace años combate la crisis de papel y la transformación digital, y que en el último trienio ha registrado una pérdida de ventas de un 60% de media.
Lo sabe muy bien Iván Martín, quiosquero en la calle Serrano de Madrid, y tercera generación de una familia entera dedicada a esta profesión, que pide, ante todo, la ayuda de los editores: “ellos son la llave, y tienen que darse cuenta de que, sin nosotros, mueren”, subraya.
Arturo Martín recibe a Iván Martín (izquierda) y a Juan Vicioso (derecha) rne
A su lado y al de Arturo Martín se sienta Juan Vicioso, presidente de la Federación Madrileño-Castellana de Vendedores Profesionales de Prensa, y quiosquero desde 1992 en Villaviciosa de Odón (Madrid), que solicitó la licencia como enfermo reumático crónico. “Este es un trabajo muy sacrificado. Nos levantamos a las cinco de la mañana, sacamos la prensa, la colocamos, la distribuimos en los bares… Pero lo más ingrato es, sin duda, la contabilidad”, reconoce.
Hablamos de sus principales dificultades y reivindicaciones, pero también de los actuales requisitos para abrir uno de estos negocios. Muchos de los cuales han tenido que reinventarse para salir adelante. Con Patricia Costa conocemos el caso de Antonio Torán y su Boutique de la Prensa, en Madrid, un establecimiento único con más de 500 revistas internacionales en sus estanterías.
Antonio Torán posa entre las estanterías de su 'Boutique de la Prensa'
Con Mara Peterssen nos dejamos llevar hasta 1972, nuestro año protagonista, cuando comenzó a regularse en España la venta de periódicos, y cuando dijimos adiós a grandes figuras como Clara Campoamor y Cristóbal Balenciaga.
En la sala de cine nos quedamos con Lucía Sancho para recordar una película que revolucionó el género musical, Cabaret, protagonizada por Liza Minnelli, una de las pocas artistas que ha ganado los cuatro principales premios del mundo del espectáculo: el Oscar cinematográfico, el Grammy musical, el Emmy televisivo y el Tony teatral.
Sin apartar la mirada de la gran pantalla, Marta Belenguer nos invita a redescubrir Mi querida señorita, de Jaime de Armiñán que, en plena dictadura, contaba la vida de Adela Castro (José Luis López Vázquez), una mujer enamorada de su sirvienta, Isabelita (Julieta Serrano).
EEUU inyectó placebo a unos 600 enfermos que formaron parte del experimento 'Tuskegee'
En la parte menos humana se fija David Zurdo en sus Historias Mínimas, para hablarnos de un cruel experimento que comenzó en 1932 y concluyó en 1972: el desarrollado en Alabama (EE.UU.) por parte del Servicio Público de Salud, que reclutó a 600 hombres afroamericanos para hacer un estudio sobre la sífilis, supuestamente para tratarles gratuitamente la enfermedad, aunque en realidad pretendían observar su avance sin tratamiento.
Paul McCartney durante una actuación con su banda Wings
De poner un poco de luz al final de este túnel se encarga JPelirrojo con temazos como “Mull of Kintyre”, el primer y único número uno en Reino Unido de la banda Wings, formada por Paul McCartney tras su separación de los Beatles.
