Las nanopartículas como taxis que podrían salvar vidas
- Las investigaciones buscan reducir la dosis de antibióticos y mejorar su eficacia
- Las partículas en las que trabajan tienen 100 nanómetros y están "llenas de poros"
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En la actualidad hay "un abuso grande" de antibióticos, no solo en humanos sino también en "la veterinaria", ha señalado la Catedrática de química inorgánica Maria Vallet en la sección "La ciencia de cerca" que acaba de estrenar en De pe a pa. Lo que está provocando que pierda su eficacia y advierte que pueden crecer el número de muertes "de una forma alarmante", si no se pone "remedio".
Una de las soluciones en la que los científicos están trabajando para solucionar es intentar llevar los antibióticos hasta donde haga falta, ya que cuando una persona toma un antibiótico en la actualidad "va desde la cabeza hasta la punta del pie". Por eso hay muchas investigaciones intentando dar en la diana, ya que se podría "reducir de una manera enorme la dosis".
100 nanómetros para salvar vidas
Las investigaciones en este campo se han especializado en "nanopartículas de sílice" que miden "100 nanómetros", es decir, "superpequeñas". La catedrática lo ha comparado con el pelo de los humanos que tiene "8000 nanómetros de espesor". A pesar de ser minúsculo, destaca que está "llena de poros" por donde "caben muchísimas moléculas de fármaco".
Estas nanopartículas las ha descrito como "pasajeros" de un taxi. Unas partículas que han visto que pueden ser "bacterias" o "células". Cuando las preparan, las cargan con el fármaco y tienen "que preparar su superficie desde el punto de vista químico para que lleguen donde tienen que llegar. Necesitan un detector que sepa ver cómo lo elige".
Las bacterias transportadoras
Para que estas nanopartículas transporten los fármacos, es necesario que se den "ciertas condiciones": "Lo que le suele gustar siempre a ese tipo de bacterias es que sea un entorno hipóxido, quiere decir que tenga bajo nivel de oxígeno. Luego, por alguna razón en esa zona, y estamos hablando de una zona que es enferma, tenga concentraciones muy alta de determinadas biomoléculas. Eso le haga chiribitas y el GPS lo ponga hacia allí".
"Nosotros hemos utilizado esa habilidad que tienen las bacterias para mejorar la penetración". "Si el taxi te deja en un descampado y no puedes entrar porque hay una barrera pues no consigues nada. Nosotros hemos conseguido también que puedan penetrar dentro de las células malas, enfermas y allí puedan soltar sus fármacos".
Las células en tránsito
Se empezó a usar después de conocer las células madre mesenquimales: "Las que actúan para la regeneración o reparación de tejidos dañados. Cuando hay un cáncer de mama, las primeras células que han visto los biólogos que van hacia allí intentado paliar este problema son esas células mesenquimales, que son células madre adultas". Por eso señala que han pensado: "Si estas van derechas, nosotros metemos las nanopartículas dentro de esas células y que ellas sean las que nos lo lleven".
"Para que lleguen y penetren a las células, tenemos que favorecer que se absorban dentro de la célula mesenquimal. Nuestras nanopartículas, nuestro pasajero, nuestro paquete que luego el GPS va a depositar, lo que hacemos es que cubrimos las nanopartículas ya cargadas con un polímero que tiene otra ventaja: evita que los fármacos salgan antes de tiempo. Para eso lo que hacemos es que cuando ha llegado al destino, aplicamos ultrasonidos y estos cambian la conformación del polímero. En vez de estar totalmente abigarrado y tapando todos los poros, los abre. Al abrirlos, deja salir los fármacos. Al salir los fármacos, cura".
Estas investigaciones alrededor de las nanopartículas para transportar fármacos están en proceso de investigación. Ha destacado que tienen diferentes patentes hechas y ha lanzado un deseo: "¿A ver si conseguimos que a una empresa le interese?".
