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¿Deportista de élite?

La espinita del actor Jason Statham con los Juegos Olímpicos

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Jason Statham, uno de los actores más icónicos del cine de acción en el siglo XXI
Jason Statham, uno de los actores más icónicos del cine de acción en el siglo XXI

Si nos ponemos a pensar en Jason Statham, lo primero que se nos viene a la cabeza son las películas de Transporter, Fast & Farious, Los Mercenarios y un sinfín de filmes de acción en la que es el principal protagonista y resuelve la mayoría de sus problemas a base de tiros, patadas y puñetazos. Pero mucho antes de convertirse en una estrella de Hollywood, Statham tenía una vida anónima en la que centraba toda su atención en el salto de trampolín. Sí sí, como lo lees, salto de trampolín. Y además no se le dio nada mal, ya que en su mejor momento llegó a ser el duodécimo en el campeonato del mundo.

Aquí le vemos, con pelo, compitiendo con Inglaterra en los Juegos de la Commonwealth en 1990. Estuvo en el Equipo Nacional Británico de natación durante 12 años y se quedó a las puertas de participar en los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988 y de los emblemáticos Juegos Olímpicos de Barcelona 92.

Rescatamos las declaraciones que el actor concedió al medio IGN en 2003 en la que recuerda su etapa deportiva: “Solíamos competir en una plataforma de 10 metros y un trampolín de 3 metros, que no es necesariamente muy alto, pero solíamos hacer una cierta cantidad de trucos de gimnasia allí”.

Respecto a su participación en unos posibles JJ.OO., tiene la espinita clavada: “Es un punto doloroso que nunca lograra competir en unos Juegos Olímpicos. Empecé demasiado tarde. Probablemente no era lo mío tampoco. Debería haber probado con un deporte diferente", añadía el actor.

A pesar de su facilidad para esta disciplina, reconoce que siempre la mantuvo como un pasatiempo: “El salto era obviamente un hobby para mí, y siendo un deporte amateur no se podía ganar dinero. Así que solía entrenar mientras trabajaba vendiendo perfumes, joyas y otros bienes que supuestamente eran caros”. Además de todas estas facetas secretas, el intérprete también fue modelo de grandes marcas de moda como Levi’s o Tommy Hilfiger y se alistó en el ejército británico, en el regimiento de paracaidistas antes de centrarse por completo en la actuación. ¡Sin duda, un hombre polifacético!

Además, su alto conocimiento en artes marciales como kick boxing, taekwondo o jiu-jitsu le han venido muy bien para interpretar todos esos papeles y convertirse en el chico malo de Hollywood, y posiblemente, en uno de los actores más icónicos del cine de acción en el siglo XXI.