Natalia López o brillar como modelo tras cumplir los 50: "Se ha puesto de moda el propio arte de incluir"

• Hablamos con la modelo Natalia López sobre cánones de belleza, representación y sobrevivir en la profesión
• "Es increíble hacerte mayor y pensar que vas a ir al curro y a lo mejor no te cancelan por la edad"
• Los cánones se reinventan y los retoques estéticos pueden ser un arma envenenada

Entrevista a Natalia López sobre cánones, edad y supervivencia en la moda

En los años 90 era una habitual de las pasarelas y trabajó con firmas tan potentes como Chanel, Giorgio Armani, Loewe y Donna Karan, entre otras. Hoy, pasados los 50, Natalia López vive una nueva etapa como modelo, profesión que compagina con su faceta como empresaria al frente de 'Vajillas de ultramar'. Su historia cuenta que iba para bailarina profesional cuando la moda se cruzó en su camino, y por eso sabe, de sobra, las exigencias a las que se ven sometidas las mujeres en los competitivos mundos de la belleza y el espectáculo. Pero, en la época que está viendo el mayor movimiento de la moda hacia la inclusión, ella con su experiencia rompe una lanza a favor de la industria: "El mundo de la moda tiene mala fama pero es maravilloso".

La modelo le concede una entrevista a Tendencias para reflexionar, desde su experiencia, sobre las conversaciones que rodean la edad y los cánones de belleza en la pasarela. Una inquietud que comenzaba a crecer cuando, sobre la pasarela de la Paris Fashion Week el pasado mes de febrero, Demi Moore recibía criticas demoledoras por desfilar para Fendi con signos visibles de intervención estética. Los cánones están cambiando y los mensajes son contradictorios. "Es muy fácil criticar y hasta mofarse de los demás... pero pienso en todas esas mujeres que dejan de trabajar cuando superan los 35 años. Pienso en esas actrices, con grandes carreras a sus espaldas y que la experiencia las hace mejores artistas, pero que dejan de recibir proyectos, dejan de recibir llamadas, dejan de trabajar porque se han hecho mayores... y entonces, bajo esa presión, me pregunto si yo no haría lo mismo. Pues supongo que sí".

La modelo Natalia López Blow Models

"La aceptación está muy de moda"

Sin embargo, en las transformaciones que está viviendo el mundo de la moda en los últimos diez años ve con alegría un espacio en el que puede seguir trabajando sin volverse invisible. Y que se debe a los nuevos parámetros que exigimos a las firmas y a una palabra que ha cobrado fuerza en los últimos años: representación. "Yo en la pantalla quiero ver mujeres que me representen. Y la industria de la moda y del lujo están empezando a ponerse al día. Te reciclas o mueres, nunca mejor dicho. Hay cuatro cosas que están super de moda: el hecho a mano, el constructo de lo natural, el reciclaje Son conceptos muy guays que a veces suenan vacíos, y que a veces incluso están un poco vacíos. Pero que sí nos están cambiando un poco".

Natalia López en el desfile de la visibilidad L'Oreal Paris #MiEdadPerfecta en la MBFW Madrid L'Oreal

"Ahora está de verdad calando el peso de una mujer que puede ser mayor y seguir siendo atractiva y guapa. El mundo de las actrices es mucho más duro: coincido en eventos con mujeres guapísimas, con un nivel profesional enorme, mejor incluso que en el momento que trabajaban y no las llamaba nadie. Es una vida dura y sacrificada, y como siempre la mujer es la más maltratada. En la moda, lo bueno es que ahora la edad se aprecia: la cana está en alza, más de moda no puede estar".

Las canas son la tercera fase de una apertura de los cánones a la que aún le queda camino por recorrer, pero que ha marcado una nueva normalidad en el mundo de la moda. Primero vinieron los cuerpos, con la belleza de Sophie Dhall o Laetitia Casta introduciendo las curvas en la pasarela hasta entonces marcada por la extrema delgadez. Después vino el rostro: androginia, 'imperfección', y modelos que destacan por la expresividad, como Rossy de Palma, o la diferencia, como Winnie Harlow. Las canas, que hasta hace poco estaban 'vetadas', salen a relucir en un mundo que celebra la edad: Cher para Marc Jacobs o Catherine Deneuve para Louis Vuitton rompen las barreras para la belleza que aún sigue parapetada tras la artificialidad. Tanto la cirugía como el photoshop se someten ahora a un escrutinio masivo y a veces, también, cruel.

"Está muy de moda la aceptación. Lo que empezó en los primeros anuncios de Dove que hablaban de ‘mujeres reales’ ahora aparece en cualquier catálogo, incluso en el de Zara, donde las modelos cobran un montón. Y hay de todo. Es verdad que sigue utilizándose el canon de la modelo típica, pero hay una variedad bastante grande", dice Natalia.

En una industria feroz, ¿retocarse o no?

La modelo Natalia López para L'Oreal L'Oreal

En este nuevo espacio se reabre la conversación entre cuidarse y transformar el cuerpo por completo para encontrar un lugar en la industria. "Hay una línea muy fina entre decir 'quiero estar mejor' y cuidarte, cortándote el pelo, arreglándote las uñas, por ese gusto por estar guapo que es intrínseco en el ser humano, y convertirte en una caricatura de ti mismo yendo demasiado lejos. Pero si dejas de ingresar porque eres mayor, yo también terminaría haciéndolo. La industria es muy feroz, somos nosotros contra nosotros mismos. ¿Cómo paramos eso?".

Lo 'real' comienza a abrirse camino, pero también una nueva fantasía. Entre el maniquí irreal y la absoluta normalidad con la que se identifica la gente, en publicidad y en la pasarela sigue imperando la supermodelo que hoy no es una 'rockstar' espectacular sino un reflejo de la supermujer, de la mujer empoderada. Los diseñadores quieren esa imagen aspiracional: esa modelo alta, delgada, de rostro serio y enfadado que representa un ideal, esa girl boss que podría estar haciendo otras cosas además de desfilar y que no necesita intentarlo. Incluso Victoria's Secret cambia los cuerpos perfectos por nombres de activistas: la búsqueda activa de la belleza, a través de tratamientos y modificaciones corporales, puede comenzar a costarte trabajos.

Retrato de Natalia López Blow Models

"Yo me he puesto ácido hialurónico. Nunca me he hecho ninguna operación estética pero sí que me hago retoques. Lo que pasa es que ya hay muchísimas cosas en las que no quieren que estés tocada. Es increíble hacerte mayor y pensar que vas a ir al curro y a lo mejor no te cancelan por la edad, es un subidón porque yo siento que aprecian que estés natural y que aún me quedan 20 años. Pero hay muchísimos retoques que tú no notas: vitaminas es lo normalísimo. Y ahora si te pasas, si voy a este curro y ven que voy tocada, a lo mejor sí que me cancelan".

Nadie dijo que fuera fácil, pero Natalia recalca que la presión estética que sufren las mujeres es transversal en todos los ámbitos profesionales, no sólo en la moda. Y que hay otras cosas, como el salario o las condiciones laborales, donde la suya es una posición ventajosa con respecto a otros ámbitos. "Es una profesion en la que se trata bien a la mujer, no estamos tan desprotegidas. Debe ser la única en la que cobramos más que los chicos. Hay presión estética, pero la moda vende estética. Lo que yo no entiendo es que para trabajar, por ejemplo en una tienda, la niña o el niño tengan que ser monísimos. El punto estético está arrasando todo lo demás. En la moda por lo menos vendes estética".

La sorpresa de una carrera cada vez más larga

Pese a esto, no habría podido imaginarse que a los cincuenta su carrera seguiría activa. Por eso está segura de que las cosas están cambiando: "Cuando empecé si me dices que estaría trabajando con mi edad te habría dicho que estás borracha. Y hay gente con 60 y pico que lleva 3 o 4 años trabajando porque tienen mucho rollo como mujer mayor. Yo empecé pensando que al día siguiente ya no iba a trabajar. Nunca he sabido que mi profesión iba a durar tantísimo tiempo. He vivido en Nueva York, en Milán, en medio mundo y siempre de la moda. Estuve unos años fuera de juego, pero por temas de maternidades que decidí yo, y después por el COVID se me cayeron algunas cosas. Tengo suerte porque no soy invisible, pero yo recuerdo a mi madre en las tiendas diciéndome 'pregunta tú, porque yo soy invisible'".

Natalia López para L'Oreal Paris L'Oreal

Y no todo es la pasarela: "Cuando estás en la cresta de la ola puedes vivir perfectamente de los desfiles, porque se gana mucho, pero también haces catalogos, haces revistas, que es lo que te nutre todo el año. En la moda, dejas de desfilar mucho antes de dejar de trabajar. Es un mundo que es duro, pero estoy agradecidísima, porque si te va bien... es precioso. Eso sí, tienes que tener muy claro si te va bien o si no te va bien. Si no te va bien, es mejor dejarlo".