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Alerta sanitaria

La Reina Sofía deja de besar al Cristo de Medinaceli por el Coronavirus

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La Reina Sofía en el Cristo de Medinaceli de Madrid el año del coronavirus se queda sin besar la talla de madera
La Reina Sofía en el Cristo de Medinaceli de Madrid el año del coronavirus se queda sin besar la talla de madera

La Reina Sofía ha acudido, como acostumbra, a venerar al Cristo de Medinaceli de Madrid en su día grande. Por primera vez desde que acude al templo el primer viernes de cada mes de marzo, la Reina Emérita no ha besado ni tocado el pie de la talla, costumbre que los feligreses repiten cada semana. Lo ha hecho cumpliendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias para prevenir el contagio del coronarvirus

Es tradición que la Familia Real acuda el primer viernes de marzo a rezar ante la talla de madera junto a otros fieles. La Reina Sofía no ha faltado este año, pero su visita ha sido más breve que otras veces. No ha llegado ni a los cinco minutos.

Sí besó la talla en años anteriores:

La Reina Sofía en el día grande del Cristo de Medinaceli del año 2001

La Reina Sofía en el día grande del Cristo de Medinaceli del año 2001

La Reina Sofía venera la imagen del Cristo de Medinaceli en 2013

La Reina Sofía venera la imagen del Cristo de Medinaceli en 2013

La Reina Sofía besa el pie del Cristo de Medinaceli en 2015

La Reina Sofía besa el pie del Cristo de Medinaceli en 2015

Según informa la Agencia EFE, al suspenderse el besapié ha habido mucha menos afluencia de devotos, algo insólito en una jornada que atrae a miles de personas que guardan una fila kilométrica durante horas para entrar en la basílica a partir de la medianoche.

A la entrada del templo esperaba a la reina el superior provincial de la comunidad de los padres capuchinos, Benjamín Echeverría, y otros representantes de esta orden que regenta la iglesia, situada en el centro de la capital, cerca del Congreso de los Diputados.

Bajo los acordes del himno nacional interpretado por el órgano y de los vítores de la gente, doña Sofía ha recorrido la nave central hasta situarse delante de la talla, ante la que se ha santiguado.

Tras unos segundos de recogimiento, se ha vuelto a persignar, sin acercarse a la figura de Jesús de Medinaceli, que esta vez tenía cubiertos los pies con la túnica. La reina se ha ajustado a la disposición del Arzobispado de evitar el besapié para evitar el contagio del coronavirus, después de que en los últimos días se haya incrementado el número de casos en Madrid.

Antes de marcharse, una voluntaria de la hermandad le ha regalado un pañuelo blanco y ha posado con el superior capuchino y otros responsables de la archicofradía ante la imagen de Cristo.

Al contrario que en otras visitas de los miembros de la Familia Real, doña Sofía no ha accedido esta vez al interior de la sacristía para departir con los frailes. Entre gritos de "¡Viva la reina!", doña Sofía ha saludado con la mano en alto a los fieles que la han aplaudido al salir de la basílica, pero sin estrecharles la mano.

La última ocasión en la que la madre de Felipe VI adoró la imagen de Jesús Nazareno fue en 2016 y el pasado año fue su hija mayor, la infanta Elena.

En 2018, lo hizo Felipe VI por primera vez desde su proclamación, quien también acudió en 2004 como príncipe junto a doña Letizia dos meses y medio antes de su boda.

La tradición de que un miembro de la Familia Real venere este popular Cristo con fama de milagroso, tallado por encargo del duque de Medinaceli, se remonta a finales del siglo XVII, después de que la imagen fuera recuperada de manos de los musulmanes.