Imparables

• Se calcula que en España hay unas 7 mil personas sordociegas. Algunas lo son de nacimiento y otras van perdiendo la vista y el oído con el tiempo
• Las personas que padecen esta doble discapacidad sensorial reclaman una sociedad más inclusiva y accesible para ser lo más autónomas posible
• Con mucho esfuerzo, los protagonistas de este reportaje, Òscar, Ahmed y Javier, han alcanzado metas como vivir solos o gestionar sus rutinas

Repor - Imparables

Òscar recuerda los dibujos animados que veía de pequeño, y cuánto le gustaba ir en bicicleta. A los 7 años le detectaron un tumor cerebral que le costó perder la vista. Con el tiempo, además, se sumaron los problemas auditivos.

Tras vivir en varias residencias, ha decidido dar el enorme paso de vivir solo gracias a un proyecto impulsado por el Ayuntamiento de Barcelona y con el apoyo de la Asociación Catalana de Personas Sordociegas. Hoy, por fin, puede tomar sus propias decisiones.

Ahmed es de Marruecos y nació sordo. Llegó a España y en nuestro país, debido a un síndrome que padece, se quedó ciego. Después de vivir en la calle, Servicios Sociales se hizo cargo de él y ahora vive solo en un piso de protección oficial. Ha desarrollado una lengua de signos apoyada en las manos un poco casera para comunicarse con sus mediadores.

Los problemas de Javier empezaron en la adolescencia. Aparte de la discapacidad, tuvo que gestionar el acoso escolar. Gracias a la ONCE y al apoyo familiar, dejó Plasencia para irse a Madrid, donde continuó sus estudios. Se ha graduado en Derecho y Administración de Empresas y ha hecho un Erasmus en Londres. Matiza que nada es imposible, sino difícil, y sonríe al admitir que le gustan los retos.

Los tres protagonistas han superado muchos desafíos y así han aprendido que todo lo que se propongan está al alcance de sus manos. Aunque es muy difícil ponerse en su piel, comparten con REPOR su percepción del mundo.

Es un reportaje de Isabel Fernández

Imagen: Sara Boldú

Edición: Luis Salvador, Guillem Durantes y Antoni Tomàs

Sonorización: David Beltran

Ambientación Musical: Gerard Gual