El agua que bebemos

• España es el tercer país de la UE que más agua embotellada consume
• La escasez de agua dulce en el planeta convierte su comercialización en uno de los negocios más atractivos en el futuro
• A pesar de su mal sabor en algunos lugares, el agua potable del grifo pasa muchos más controles sanitarios que el agua en botella

Repor - El agua que bebemos

Al agua embotellada la llaman el oro azul, por el color del envase que suelen utilizar las empresas que la comercializan y porque podría ser un bien tan preciado en el futuro como lo fue el petróleo en el pasado. El agua dulce es un bien escaso en el planeta y necesario para la vida, su comercialización es un negocio seguro. De hecho, cinco grandes multinacionales de la alimentación se disputan el control de este mercado a nivel mundial.

La Asociación Nacional de Empresas de Agua de Bebida Envasada, ANEABE, confirma que las ventas de botellas de agua aumentan cada año desbancando de los supermercados a refrescos y zumos. Los consumidores están cada vez más preocupados por incorporar hábitos saludables a su vida, y las aguas minerales basan su estrategia comercial en los beneficios para la salud.

En Rublacedo de Arriba, un pequeño pueblo de la provincia de Burgos, los vecinos temen que una empresa embotelladora de agua se instale en la fuente del río Zorita, y lo deje sin caudal, de por sí escaso. Otras fuentes de la zona se han secado por la falta de lluvias, incluso hay pueblos que padecen restricciones en el consumo de agua durante el verano a causa de la sequía.

La alternativa para evitar el consumo de botellas de agua es beber agua del grifo. En algunas ciudades, como Córdoba, fomentan el agua de la red pública con campañas divulgativas. No sólo tiene todas las garantías sanitarias sino que no altera el medio ambiente con los millones de envases de plástico que se tiran cada día. Sin embargo, en muchas zonas de España el mal sabor aún es determinante para seguir comprando agua embotellada.

Es un reportaje de Tere Borque y Toni Mateo

Edición: Antoni Tomàs

Sonorización: David Beltran

Ambientación Musical: Gerard Gual