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Pablo Motos se descubre ante Bertín: malas compañías, drogas, retoques y proposiones indecentes

  • Pablo Motos ha hablado de su origen humilde y su familia
  • Ha sido profesor de guitarra, limpiacristales y electricista
  • "La guitarra me salvó", reconoce
  • Se hizo dos retoques estéticos sin demasiado éxito

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En la tuya o en la mía - Pablo Motos

De entrevistador a entrevistado. Pablo Motos ha saltado al otro lado en ‘En la tuya o en la mía’ para sincerarse ante Bertín Osborne. El presentador ha desvelado sus facetas más desconocidas al hablar de su infancia, sus gamberradas de juventud, algunos “retoques” que no salieron demasiado bien y hasta proposiciones “deshonestas”… Todo, hasta llegar a cumplir su sueño.

El niño que daba pena para vender una revista

Pablo Motos habla con orgullo de sus padres. Destaca que eran muy trabajadores. “Mi padre trabajaba de cocinero por la mañana, en la fundición por la tarde y los fines de semana vendiendo una revista de ganchillo y me llevaba a mí para que diese pena”, recuerda.

Con su única hermana empezó a hacer las primeras gamberradas, aunque destaca que “ella era la lista”. Siempre ha sido muy travieso, tanto que rompió la televisión que tenían para obligar a sus padres a comprar una de color. “No he tenido hijos por el karma, porque lo lógico es que la vida me devuelva un niño como yo”, dice divertido.

"Aprendí de la calle, pero me fui a tiempo"

En su juventud tuvo malas compañías y se dedicó a “entrar a sitios a coger cosas” y hacer gamberradas hasta que en una ocasión la policía estuvo a punto de detenerle.

De adolescente participó en una gamberrada por la que acabó en comisaría

Motos ha recordado uno de los momentos más duros de su vida. “Algunos amigos no acabaron bien, alguno terminó muerto en una cuneta”, rememora.

“Aprendí de la calle, pero me fui ates de que pasara algo malo”, cuenta. Y reconoce que la guitarra fue lo que le salvó.

La única vez que probó la droga

Reconoce que de joven “tenía muchas dificultades para ligar” y para solucionarlo se hizo “disck jockey”. “Cuando eres disck jockey la gente se quiere hacer amiga tuya con las drogas, pero nunca he metido la pata en eso. Lo probé una vez y dije: esto no es lo mío”, cuenta. Llegó a inventarse que era alérgico para que no insistieran más.

El comunicador que se estudió el diccionario

Antes de convertirse en la estrella de la televisión que es ahora, Pablo Motos ha trabajado en cosas muy diversas. Ha sido profesor de guitarra, disk jockey, electricista y limpiacristales.

Sus primeros pasos en el mundo de la comunicación los dio en la radio. Para hablar mejor “me estudié el diccionario y me hice repelente”.

De Radio Requena, pasó a Onda Cero en Valencia hasta que Julia Otero le descubrió y le pidió que abriese su programa con un monólogo. “Estaba tan nervioso que me gasté 25.000 pesetas en los futbolines”, recuerda.

Julia Otero fue la primera en fichar a Pablo en la radio

En la televisión, ha cumplido su sueño. ‘El Hormiguero’ es un programa hecho a su medida. “He elegido hasta a la persona que recoge a los invitados del taxi”, dice. En él trabaja con su madre, a la que paga como colaboradora y que se ha hecho famosa en el pueblo, con su mujer y las dos hijas de esta.

Sus retoques estéticos

Tras la primera temporada de su programa, se atrevió con unos retoques estéticos. “He hecho el idiota”, reconoce en uno de los momentos más divertidos de la entrevista.

Se operó de la vista a pesar de la advertencia del médico de que se arriesgaba a ver doble y se cambió toda la dentadura en un solo día. “De los nervios de ver doble, apreté tanto los dientes que se me quedaron hacia fuera”. También probó con el botox, pero el resultado no fue el esperado.

Pablo confiesa haberse sometido a dos retoques estéticos

Proposiciones indecentes

Pablo Motos se codea con todas la estrellas, incluso de Hollywood, y recibe llamadas habitualmente de Geraldine Chaplin. Aunque si hay alguien que ha conseguido dejarle sin respiración, ha sido Jennifer Aniston.

Reconoce que en su programa ha recibido “proposiones indecentes”, pero siempre las he rechazado. Aunque su mujer no es celosa, “si viene alguna actriz que me pueda gustar, mi mujer se deja caer por allí”.

Pablo reconoce que haber recibido proposiciones deshonestas

Pablo ha tomado de su propia medicina y ha terminado la entrevista superando unas pruebas junto a Bertín. En esta ocasión, les han sometido a electroestimulación mientras hacían sentadillas y flexiones. Y después de tanto esfuerzo, nada mejor que un chapuzón.

Epílogo de la entrevista a Pablo Motos