Me faltan horas
- La productividad por hora de los españoles es de 107,1 puntos, lejos de los 124,8 puntos de los alemanes
- Jesús es uno de los tres millones de autónomos españoles. Hace cuarenta años que no sale de vacaciones
- La panadería de Effi tiene horario alemán: abre a las siete de la mañana y cierra a las dos de la tarde
Los españoles somos los europeos que más horas echamos en el tajo pero menos producimos. Lo dice la oficina estadística de la Unión Europea (Eurostat). Asegura que la productividad por hora de los españoles es de 107,1 puntos, muy lejos de los 124,8 puntos de los alemanes.
Y usted, ¿cuánto trabaja? David y Carolina tienen cuatro hijos y otro en camino. Ella es dentista, él, asesor fiscal. David trabaja por las mañanas en una oficina y por la tarde en otra; pluriempleo para llegar a fin de mes. Tienen que contratar a una empleada de hogar para que haga la comida y esté con los niños. ¿Qué valor tiene compartir tiempo de calidad con la familia? ¿Podemos rendir lo mismo trabajando menos tiempo?
Anochece, Ana deja en casa de sus padres la mochila y los juguetes de su hija. Es enfermera, su turno comienza a las diez de la noche en el madrileño Hospital de Móstoles. El abuelo se encarga de llevar a la niña al colegio, recogerla y asistir con ella a las actividades extraescolares. Por una hora de trabajo nocturno cobra 3,6 euros. En España un millón y medio de trabajadores tiene turno de noche y rotatorio. Hay profesiones en las que son inevitables, pero ¿cómo afecta a la salud?
Jesús es uno de los tres millones de autónomos españoles. Vende y distribuye, desde hace 40 años, manteles, servilletas y todo tipo de artículos de hostelería a los bares de tres comunidades autónomas. Al año hace 60.000 kilómetros en su furgoneta. Ha tenido que contratar un chófer, le han retirado el carnet de conducir, ‘me saltaba los pueblos de dos en dos para vender más’, asegura. Hace cuarenta años que no sale de vacaciones.
Con 6.000 alemanes, la localidad malagueña de Torrox es la mayor colonia alemana de la península. La panadería de Effi tiene horario alemán: abre a las siete de la mañana y cierra a las dos de la tarde. Todos los comercios de la colonia funcionan igual. Oliver llegó de Alemania hace 25 años. Es instructor de buceo, locutor de radio, traductor, intérprete jurídico y profesor de idiomas. Asegura que con lo que trabaja en España ganaría el doble en su país.
En el otro lado del reloj encontramos a Jonhy, regenta una tienda de productos chinos en el centro de Madrid. Los horarios asiáticos han cambiado las costumbres del consumidor español. Jonhy llegó a España hace ocho años, dice con humor que no sabe lo que vale su tiempo porque vive como un español que trabaja como un chino.
El empleado contento rinde más. Trabajar menos para producir más: lo defiende el director de recursos humanos de una compañía petrolera española. Todos sus empleados disfrutan de horario flexible de entrada y salida, pueden ir al gimnasio sin salir de la empresa y tienen ‘recadero’ que realiza las tareas personales a las que el empleado no llega.
