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Miguel Abellán en La Sierra de Gredos

  • Con 28 cornadas de toro en su cuerpo no se amilana por tener que subir escarpadas crestas graníticas
  • El camino sube espectacularmente zigzagueando para superar los 900 metros de desnivel
  • Miguel nació en Madrid y llegó a su cumbre cuando salió por la Puerta Grande de las Ventas en 1999 y en 2000

Por
Cumbres - Miguel Abellán

Dirección: Cesc Tomàs

Presentación: Edurne Pasaban

Realización:  Cesc Tomàs, Roger Paulo i Núria Pla

Producción: Lluís Boix, Josep Parés

Guión y documentación: Daniel Martí

Cámaras: Ashley Pla, Magí Baqués y Joan Navarra

Sonidistas: Cristian Conesa y Raúl Hernández

Montaje: Antoni Tomàs, Enric Ferrés i David Escusa

Ambientación Musical: Patrícia Carnicero

Producción ejecutiva: Ángel Villoria

El torero Miguel Abellán acepta el reto de subir a la cumbre del Gran Galayo, de 2.215m en la Sierra de Gredos, con la alpinista Edurne Pasaban.

Alguien que tiene 28 cornadas de toro en su cuerpo no se amilana por tener que subir escarpadas crestas graníticas y menos si lo hace acompañado de Edurne Pasaban, la primera mujer en coronar los catorce ochomiles de la Tierra.

Tres días después de salir de la UCI por una fuerte cogida en las Ventas, Miguel Abellán no quiso faltar a su cita con Cumbres al pie de la Sierra de Gredos. Se había comprometido a subir al Gran Galayo, en el sector central de la Sierra de Gredos, o por lo menos a intentarlo.

Miguel nació en Madrid en 1978 y llegó a su cumbre cuando salió por la Puerta Grande de las Ventas en 1999 y en 2000. A pesar de que su padre perdió una pierna por una cogida de un novillo, no abandonó su vocación aunque no le gustaría que un hijo suyo hiciera lo mismo.

Aficionado al buceo, al running y fan de Joaquín Sabina, también disfruta jugando al poker y, con Edurne, echará una partida después de cenar en el refugio Victory, a casi 2.000 metros de altitud.

La ascensión empieza en el Nogal del Barranco, cerca del abulense pueblo de Guisando, en la cara sur de la Sierra de Gredos. El camino sube espectacularmente zigzagueando para superar los 900 metros de desnivel hasta el refugio.

El torero demuestra estar recuperado de su última cogida imponiendo un increíble ritmo de ascensión que deja sin habla a la mismísima Edurne.

Al día siguiente, Miguel, Edurne y el equipo de Cumbres, escalan el Gran Galayo, de 2.216m, que si bien no es la más alta de este sector de la sierra, sí es de lo más espectacular.