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Rafael Maldonado: "Soy muy escéptico a que el LSD se pueda usar como algo terapéutico"

  • El investigador y farmacéutico no cree en los beneficios terapéuticos del LSD
  • "No podemos minimizar los riesgos de la utilización de estas sustancias"

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LSD
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De un tiempo a esta parte se habla mucho sobre el impacto de los psicodélicos en nuestro cerebro. Un reciente estudio de la Universidad de Cornwell, publicado por The Guardian, habla sobre los posibles beneficios del consumo de LSD. Señala que algunos psicodélicos, como el LSD, pueden “rebobinar el reloj del cerebro y deshacer las creencias previas que el cerebro utiliza para darle sentido al mundo." Concreamente, lo que destaca este estudio es que cuando se consume LSD, se “elimina ese filtro y esa supresión de experiencias anteriores". Pero, ¿es esto beneficioso?

El estudio apunta que la droga redujo la cantidad de energía que el cerebro necesitaba para cambiar de un estado cerebral a otro. Uno de los doctores detrás del mismo afirma que el LSD hace que los obstáculos desaparezcan. “Nos permite movernos más libremente y tener una actividad cerebral más dinámica”. David Nutt, profesor de neuropsicofarmacología en el Imperial College de Londres, que no participó en la investigación, dijo que "aplanar el paisaje" permitió que partes del cerebro se hablaran entre sí por primera vez desde la primera infancia. Una afirmación que nos hace plantearnos si con los psicodélicos el cerebro consigue conectar con recuerdos de la infancia inexplorados hasta ese momento.

Por otra parte, uno de los posibles usos médicos del que se habla en la investigación es el de tratar enfermedades como la depresión crónica. “En la depresión, las personas quedan atrapadas en una forma de pensar que es repetitiva y reflexiva. Es como pensar en un tranvía. Los psicodélicos interrumpen ese tipo de procesos para que la gente pueda escapar de ellos". ¿Se podría usar el LSD de forma efectiva para tratar estas enfermedades?, ¿Cuáles son los riesgos de este uso farmacológico? Hablamos con Rafael Maldonado, catedrático en Farmacología de la Universidad Pompeu Fabra (Barcelona), para dar respuesta a todas estas incógnitas.

P: ¿Qué opinión te merece el artículo publicado por The Guardian?

R: Comentar, antes que nada, porque esto es algo importante que tiene que saber el público, que esta es una noticia que sale a partir de una publicación científica. Una publicación científica siempre se tiene que revisar "por pares". Es decir, tiene que haber unos expertos que lo revisen, porque todas las publicaciones tienen sus puntos fuertes y sus puntos débiles. Entonces, se revisa por pares y luego una revista lo publica. ¿Qué se hace ahora, sobre todo a raíz de la pandemia? Antes de que los expertos lo revisen, lo suben a una base de datos pública sin estar revisado por "pares". Normalmente la ciencia antes de hacer público cualquier artículo, se encargaba de revisarlo minuciosamente. Varios expertos hacían una serie de comentarios, se llegaba a un acuerdo y al final el editor de la revista te decía: 'Adelante, lo publicamos'. Ahora se envía a la revista, exactamente igual que antes, pero ocurre que a veces es tal la inmediatez de la información, como está ocurriendo durante esta pandemia, que se publica el dato sin ser revisado por expertos. Entonces esta información está aún en el primer paso, aunque los investigadores son excelentes.

P: El impacto de los psicodélicos en el cerebro, ¿cuáles son los efectos que ya se conocen?

R: Lo que se conoce hasta el momento es relativamente parecido a lo que se aporta en este estudio. Es decir, aquí lo que se aporta es una confirmación a través de estudios de imagen cerebral de una serie de datos que ya en investigación básica en animales se conocía. Eso no quita que sea un avance importante. En humanos lo que ahora se confirma es que cuando se toma este tipo de alucinógenos (LSD) se aplana la actividad cerebral, según este artículo. Traducido viene a decir que cuando te tomas LSD reduces los estímulos que tenías de experiencias previas, de manera que estos influyen mucho menos en tu actividad cerebral. Ellos dicen que si a ti estos estímulos externos y del pasado no te están influyendo, eso te lleva más hacia la entropía. Esa es la interpretación que ellos hacen y es el punto criticable.

P: Ellos en el estudio hablan de un posible efecto beneficioso en nuestro cerebro por el hecho de ser capaces de aplanar o resetear el mismo. ¿Tú qué crees?

R: Esta interpretación es discutible, pero vamos a la evidencia. Si nosotros aplanamos el cerebro y cogemos la información sin que me influya el pasado, voy a tener mucha más reflexión interna, pero lo que realmente estamos justificando es el propio efecto de esta sustancia, que es un efecto alucinógeno. No olvidemos que los efectos alucinógenos no son siempre positivos. Muchas veces uno de los efectos alucinógenos negativos es la sensación de que hay insectos que te están comiendo las extremidades. Esto es relativamente frecuente con este tipo de sustancias. Es lo que llaman el mal viaje. Pon tu cerebro plano y olvídate de todo, te dicen. Una cosa que conocemos de toda la vida, si actuamos sin estos receptores, vamos a cambiar la percepción. Es decir, tú me estás viendo porque aquí atrás (señala la nuca) en el occipital, estás creando una imagen, y esta imagen la estás creando porque desde el ojo lo percibes, luego te envía la señal al occipital y aquí tú creas mi imagen. Y esto no es por entropía, es por una química pura y dura que se llama activación del receptor 5-HT2A en área occipital del corte. Entonces, cuando generas una imagen es simplemente porque estás químicamente generándola, si no tienes ningún otro filtro, vas a tener una realidad mucho mayor que la que estás generando. Esto ningún científico te lo va a discutir.

P: El estudio señala también que se reduce la cantidad de energía que el cerebro necesita para cambiar de un estado a otro. ¿Es esto cierto?

R: Claro, el cerebro como todos los órganos tienen que gastar la mínima energía para poder sobrevivir y adaptarse. El LSD sí que te permite que pases de positivo a negativo con mucho menos esfuerzo. Vas a necesitar mucha menos energía porque se te aplana todo. Se cuenta todo lo positivo, pero vamos a lo negativo.

P: ¿Cuáles son los peligros de estas sustancias?

R: La generación de lo que comunmente llamamos una psicosis. Tú te vas a alejar de la realidad y eso no es nada de novedoso. Cuando nosotros evaluamos la psicosis en un animal, hacemos lo siguiente: cogemos un roedor y le ponemos un sonido de baja intensidad. Este sonido de baja intensidad va a ser un par de segundos antes de un sonido tremendo de 120 decibelios. No veas el susto que se pega el animal cuando le aplicamos un sonido tan alto. Aquí se genera la psicosis en el animal, porque tú le produces el primer sonido y no se va ni a enterar de que le va a llegar el segundo porque su cerebro está aplanado. Lo mismo que te describe el artículo es lo que vemos en el ratoncito cuando le generamos una psicosis. Esto mismo tú lo puedes interpretar del lado positivo o negativo. Lo negativo sería que este consumo está promoviendo la psicosis porque hace que generes tus propias ideas que pueden estar alejadas de la realidad.

P: ¿El problema también está en la creencia de que el LSD no genera adición?

R: En el tema de la adicción yo no me voy a definir. El alucinógeno siempre digo que es un droga muy difícil de clasificar, dentro de toda la clasificación de drogas que hay, pero la sigo llamando droga. Podríamos discutir largo y tendido sobre si genera o no adicción. Si nos vamos a la clasificación antigua, sabemos que el consumo de una droga te genera un efecto negativo. El tema de la adicción no lo tengo tan claro, lo que sí tengo muy claro es que quien consume LSD corre el riesgo de que le cause un efecto negativo. ¿Cuál es? Pues el que yo más temería es la psicosis. Porque la persona toma el LSD, viaja, y a veces tiene lo que se llama el flash back. Es decir, la persona alucina y hay veces que esta no es placentera, sino desagradable.

P: ¿Es posible el efecto positivo a nivel farmacológico?

R: Una vez que este artículo pase por revisores, vamos a ver la interpretación como queda. Hay una evidencia que conocemos desde siempre y es: una droga alucinógena como es el LSD tiene un riesgo mayor, y este riesgo se llama la posible aparición de psicosis. Yo personalmente el posible beneficio no lo veo tan claro. Diría que hay dos puntos en particular que ese artículo toca que merece la pena hablar: la depresión y el estrés post traumático. Dentro de la depresión, ahora mismo hay un fármaco con un perfil alucinógeno que está autorizado para tratar la depresión refractaria (la que no has conseguido tratar de otra manera) por las autoridades europeas y se llama la esketamina, pero el mecanismo es muy diferente. Se utiliza cuando ya has agotado todos los recursos y en determinadas condiciones. Pero, ¿de qué estamos hablando? De un fármaco que produce alucinaciones, pero por un mecanismo muy diferente al del LSD, porque actúa sobre un receptor totalmente diferente. Entonces, no se pueden comparar.

P: ¿Tenderemos a usar el LSD para tratar este tipo de enfermedades?

R: Yo creo que no, porque el riesgo es superior a un beneficio que ni siquiera se ha demostrado. El beneficio se ha demostrado para otro tipo de sustancias que actúan con mecanismos muy diferentes. Es como si me dices que te vas a tratar un dolor en el brazo con aspirina o morfina. La esketamina y el LSD son muy diferentes. A fecha de hoy, no se sabe si el LSD puede curar la depresión. En común tienen que los dos producen alucinaciones.

P: Como seres racionales que somos, ¿queremos tener el cerebro reseteado?

R: Yo me haría la misma pregunta. Hay que quedarse con que no volvemos al cerebro de la infancia, sino a un cerebro sin recuerdos.

P: Hay personas que solo ven el efecto a corto plazo, ¿ahí está un poco el peligro?

R: Naturalmente que tienes un riesgo. Lo vuelvo a decir, el riesgo es que tomando esta sustancia puedes desencadenar una psicosis, y esto está más que demostrado. Cuando tú quieres un fármaco, mete en la balanza el beneficio y el riesgo. Si el beneficio pesa más que el riesgo adelante, pero sino atrás. Y luego hay que tener en cuenta que todas las sustancias a dosis elevadas son tóxicas. No podemos minimizar los riesgos de la utilización de estas sustancias. Soy muy escéptico a que algún día el LSD se pueda usar como algo terapéutico. El único caso donde yo pondría un signo de interrogación es en el estrés post traumático. Esto también lo tocaban en el artículo. Aquí si que creo que vamos a tener que buscar perspectivas más novedosas para tratarlo. El típico ejemplo; un militar que ha tenido que pasar por una guerra y el recuerdo no le deja vivir, o un niño que ha sufrido un abuso y que tiene que vivir con ello toda la vida. Es una enfermedad que aún no tiene tratamiento efectivo. Por eso aquí nos tendríamos que aventurar con nuevas perspectivas, porque lo que tenemos ahora no nos está funcionando. Aquí hay sustancias que merece la pena estudiar si tienen efectividad. No te hablo de LSD, pero sí de otras sustancias que también tienen efectos indeseables, pero que merecería la pena investigar.