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EDUCACIÓN

¿Deberíamos plantearnos eliminar los exámenes cómo método principal para comprobar nuestro conocimiento?

  • Este año los alumnos de ESO y Bachiller podrán pasar de curso sin límite de suspensos y a criterio del profesor
  • Apenas habrá repetidores: Se tendrá en cuenta la evolución global del estudiante y no el número de materias suspensas
  • Es una medida excepcional solo para este curso, pero ¿debería quedarse para siempre y así acabar con los exámenes como el método principal para evaluar al alumno?

Por
Isabel Celaá
Isabel Celaá

¿Te imaginas un mundo sin exámenes? En algunos países, como Finlandia, esto no es ninguna utopía, ni el sueño de un profesor muy moderno o el de un alumno muy vago. Es real. El país nórdico hace años que ha dejado atrás esa forma de evaluar y que apuesta por un sistema educativo que en su etapa básica está basado en enseñar habilidades y en el pensamiento crítico. Y no les va nada mal.

Sin embargo, en España aún tenemos que seguir enfrentándonos a los exámenes como método para demostrar nuestro nivel de conocimiento sobre un determinada asignatura y pasar de curso, método que se ha mantenido incluso en pleno confinamiento examinándonos desde casa. Dado lo abrupto que fue que el sistema educativo se tuviera que adaptar en cuestión de días a la pandemia y a las clases online (eso en el caso de quienes tenían acceso a la tecnología), el pasado mes de abril el Gobierno publicó una orden en el Boletín Oficial del Estado que permitía progresar de año escolar a los alumnos con más asignaturas suspendidas de lo que contempla la actual ley de Educación si así lo concedían los centros educativos.

Los profes siguen decidiendo si pasas o no

Este martes el Ministerio de Educación ha vuelto a retirar el límite de suspensos para poder pasar de curso. Hasta ahora se permitía un máximo de tres suspensos en Secundaria y dos en Bachillerato, pero dada la situación que ha provocado la pandemia, de nuevo se establece que sea el equipo docente de cada centro el que evalúe y tome la decisión de si un estudiante ha alcanzado los objetivos y puede pasar al siguiente curso, independientemente del número de asignaturas que haya aprobado, y adaptándose así al nuevo escenario escolar de semipresencialidad y confinamientos por aulas que sigue provocando la pandemia. Desde el Ministerio se defiende que no se trata de aprobados generales, pero sí que repetir de curso sea algo "excepcional" para evitar que la pandemia del coronavirus, que mantiene suspendidas las clases presenciales desde el 16 de marzo, pueda "perjudicar" al alumnado afectado por el cambio a la enseñanza a distancia.

De este modo, los alumnos de ESO y Bachiller podrán pasar de curso sin límite de suspensos e incluso obtener el título sin que el suspenso sea una traba para ello. Una medida anunciada por la ministra de Educación, Isabel Celaá, que sorprendía a muchos: "La decisión de titulación se adoptará garantizando la adquisición de los objetivos generales de la etapa, de manera que permitan al alumno o alumna continuar su itinerario académico y, en consecuencia, no quedará supeditada a la no existencia de materias sin superar". Pero eso sí, en el BOE se detalla que "para la obtención del título de Bachiller será necesaria una calificación media igual o superior a la requerida para la superación de cada materia".

¿Estás a favor de que esta medida se quede para siempre?

De momento esta medida se ha planteado solo para el actual curso, pero nos lleva a una reflexión. Si una situación como la actual nos ha llevado a considerar que lo importante no es el número de aprobados o suspensos, sino que verdaderamente adquieras los objetivos generales de cada etapa educativa, y en el que repetir sea lo desaconsejado, ¿no es acaso el método ideal que siempre hemos deseado? ¿No habría que ir un paso más allá y, directamente, eliminar la evaluación a través de exámenes?

Con este Real Decreto Ley vemos claro que como alumnos podemos ser valorados no en base a unos resultados puntuales, si no en base a otras pedagogías que pongan el foco en nuestras capacidades y conocimientos que hemos ido adquiriendo durante todo el curso. Una forma de evaluar mucho más personalizada y cualitativa, en la que el profesor deberá observar la evolución de cada alumno y no que todos alcancen la misma meta al mismo tiempo. Y sobre todo evitando esas repeticiones de curso tan frustrantes y desmotivadoras para muchos de nosotros.

Y es que en España, la Covid ha hecho replantearse a más de uno si un modelo educativo sin exámenes sería viable o incluso mejor que el que tenemos. ¿Nos olvidaríamos entonces de la clásica pregunta: esto entra en el examen? Pues sí. Se acabaría el tener que memorizar "tochos" para aprobar y medir el rendimiento del alumno en base al resultado de una o muchas pruebas. Estaríamos más en un proceso de aprendizaje continuo, donde se evalúa el progreso del alumno y su capacidad para resolver problemas, su creatividad y su inteligencia, no su memoria puntual.

Ministra de Educación
Ministra de Educación

Ministra de Educación cropper

¿Cuál sería el siguiente paso?

Pues si nos mirásemos en el espejo de los nórdicos, lo siguiente sería tener un profesorado altamente cualificado y valorado como se merece, clases reducidas con no más de 19 alumnos, jornadas escolares mucho más cortas, potenciar la lectura crítica y poder debatir con los maestros, apostar firmemente por la investigación ya desde pequeños, etc. Pero poco a poco...