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La emoción hecha palabras: los 'casters' de los esports

  • Los comentaristas de los esports explican los entresijos de su trabajo

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Los 'casters' de RTVE Clash Royale Championship Seniki, Charlynighter y Álex Polo
Los 'casters' de RTVE Clash Royale Championship Seniki, Charlynighter y Álex Polo

El comentarista de un partido de fútbol puede convertir el gol más anodino en el acontecimiento del día. La expresividad de su voz mueve a un público que busca emociones, quiere reírse, sorprenderse, gritar, aplaudir, llorar y maldecir con todas sus fuerzas. Los casters son quienes deben hacerlo en los esports, un mundo no tan lejano al del deporte tradicional.

Los comentaristas de los deportes electrónicos son capaces de emocionar a su público porque ellos también disfrutan de lo que hacen. Ver a su audiencia entregada les motiva. Eso explica Julio Martín ‘pDz87’, caster en TGX.es, a quien le encanta poder “transmitir sensaciones y conocimientos a través de la narración”. También a María García ‘Tainim’co-caster analista de Dota 2 en Viciuslab, le gusta mucho ver las caras de los seguidores “disfrutando cada jugada”.

Los casters suelen comenzar en el mundo de los esports como jugadores y/o espectadores hasta que algo les hace ver que pueden encontrar su vocación delante del micrófono. Es el caso de Alberto López AlbertusCR’, que pensó que en esa faceta “podría aportar mucho a la comunidad” y ahora es caster de Clash Royale. Algo parecido le sucedió a Arturo ‘Artye’ Díez, también comentarista del juego de Supercell, a quien siempre le ha gustado todo lo relacionado con la locución: “Era cuestión de tiempo que estando en el mundo de los esports acabara casteando”.

¿Cuestión de talento o de formación?

La mayoría de estos casters coinciden en que siempre es necesario trabajar, esforzarse y ser constante para seguir mejorando: “Cualquier persona puede convertirse en caster de esports si se lo propone”, dice Tainim, aunque sí reconoce que hay comentaristas que tienen “ese algo especial que les hace destacar por encima del resto”. Eso piensa AlbertusCR: “Lo que necesita un caster no se forma, no se estudia”. Sin embargo, aclara, hay que intentar formarse y crecer.

Carlos Peña ‘Charlynighter’, caster de Clash Royale, también cree que “tiene que nacerte algo natural que después hay que ir puliendo a base de entrenamiento”. Para él, la clave es poseer un don especial, carisma, personalidad y conexión con el espectador. En su caso, dice no tener formación, ya que toda su experiencia proviene de hacer retransmisiones y verse después en las grabaciones para detectar los errores y mejorar.

Julio Martín cree que el éxito de un comentarista de esports también depende de las preferencias del público, por lo que cada uno puede conseguir gustar a una audiencia determinada: “Tarde o temprano, el caster llega a un segmento del público al que le gusta su estilo”. Asimismo, Ricard Ballesté ‘Turulele’caster de Clash Royale y Arena of Valor, cree que hay públicos que prefieren a casters capaces de “hacer show” y otros que prefieren a comentaristas más analíticos, que “informan a la perfección de lo que está pasando o puede pasar, algo fundamental”.

La emoción frente a la razón 

De esa parte más analítica se encargan los analistas, profesionales que a veces son confundidos con los casters: “El caster es el encargado de narrar con emoción para motivar a los espectadores, mientras que el analista es el que explica detalladamente todos los datos de la partida, lo que está pasando, quién tiene el partido favorable, etc.”, detalla Turulele. Los analistas, precisa Artye, “hablan más entre partidas o en momentos más calmados sobre aspectos muy técnicos”. Tainim lo resume así: “El caster es la parte emotiva de una retransmisión y el analista es la parte racional”.

No son pocas las tareas que deben realizar los casters a la hora de preparar un partido de esports. Estudian el tipo de torneo, quiénes son los organizadores o qué marcas son las patrocinadoras, entre otras cosas. También buscan información sobre los equipos, el personal técnico, el meta del juego (forma óptima de conseguir victorias), recopilan datos, estadísticas, y se preocupan por saber el mayor número posible de detalles.

AlbertusCR comenta que también tienen mucho trabajo justo antes de empezar un partido. En su caso, invierte casi una hora en preparar numerosos aspectos técnicos, y destaca la relevancia de Twitter: “Es una herramienta importantísima y nos consume más tiempo del que pasamos incluso casteando”. En muchas ocasiones, los casters trabajan en parejas, por lo que tienen que ponerse de acuerdo en “cómo llegar a los tiempos y quién toma responsabilidad en cada momento”, cuenta Artye.

Los retos de los casters 

Estos comentaristas coinciden en que empezar de cero, sin que nadie les conozca en el mundo, es una parte bastante dura del trabajo. Algo que se suma a la exigencia de la audiencia: “Prácticamente nadie cobra por hacer esto y lo que nos queda es el feedback de un público que cada es más exigente. Muchas veces, algunos comentarios pueden dañarte”, explica AlbertusCR.

En cuanto a su día a día, pDz87 asegura que el momento más difícil son los primeros minutos de emisión, cuando hay mayor tensión: “Cualquier fallo en ese lapso va a tener más notoriedad que en cualquier en otro momento”. Para Charlynighter, lo más complicado es mantener un ritmo constante en una retransmisión de muchas horas e intentar que no decaiga su estado de ánimo.

Tainim se enfrenta a un reto añadido: “Hay muy pocas mujeres en España que se dediquen a comentar partidas de deportes electrónicos. Como no es algo normalizado, a veces hay que aguantar comentarios bastante desagradables por parte de algunas personas, aunque son los menos”. Ante estas situaciones, Tainim opta por sonreír y seguir haciendo lo que le gusta.

Pero no todo son retos o momentos de tensión, los casters se dedican al mundo de los esports por vocación y viven momentos de halagos, buenas valoraciones, y sienten el placer de hacer nuevas amistades: “La sensación de cuando alguien te saluda, haciendo una valoración positiva de tu trabajo, es simplemente espectacular”, dice Julio Martín. “Siempre he tenido muy buen trato con todos los equipos con los que me he topado y me llevo muchas buenas amistades”, cuenta Ricard Ballesté.

Una carrera de fondo

Parece que la satisfacción de ser caster compensa las posibles dificultades, pues cada vez más personas atraídas por los esports deciden emprender una carrera en este ámbito. Sin embargo, muchas lo dejan a la mitad porque no estaban preparados para una carrera de fondo: “Hay que empezar poco a poco y sin ínfulas de estrella, simplemente hacerlo porque te gusta”, señala pDz87. Artye explica que también depende del esport: “En algunos juegos como League of Legends hay mucha competencia. En el caso de Clash Royale, no tanta, pero es algo que crece de la mano del éxito del juego”.

Charlynighter apunta que siempre aparecen nuevos talentos que les hacen mejorar, pero advierte sobre aquellos que únicamente quieren “unirse al carro de los esports” por los beneficios de la industria, que está creciendo a una gran velocidad. A los que de verdad sientan pasión por la profesión, Charlynighter les aconseja persistir, que formen su propio estilo y “castear muchísimo”.

Turulele recomienda innovar para destacar entre la competencia: “Sorprender a los espectadores, con el recurso que sea, pero sorprenderlos”, comenta, y asegura que ser un caster profesional no se consigue de un día para otro: “Unos pocos sí, pero la gran mayoría tiene que esforzarse muchísimo”. Para Tainim es muy importante formarse viendo muchas retransmisiones de esports de los casters referentes para aprender de ellos y aconseja “practicar delante de la cámara, mejorar la dicción, los gestos, etc. Pero sobre todo, que quien quiera ser caster intente ser él o ella misma”.