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Las nuevas profesiones de los esports: el sueño cumplido de los 'gamers'

  • La industria de los esports necesita jugadores profesionales, pero también fisioterapeutas, psicólogos o periodistas, entre otros
  • Diversas instituciones han comenzado a ofertar estudios especializados en deportes electrónicos

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Las nuevas profesiones de los esports: el sueño cumplido de los 'gamers'
Las nuevas profesiones de los esports: el sueño cumplido de los 'gamers'

Jugar a videojuegos para ganarse la vida ha dejado de ser la fantasía inalcanzable de muchos gamers. Los esports han abierto las puertas de un nuevo mercado laboral que necesita jugadores, pero también otros tipos de profesionales que pueden trabajar dedicándose a lo que más les gusta. Los cuatro millones de consumidores de deportes electrónicos existentes en España y la previsión de crecimiento han hecho que muchos amantes de los videojuegos se planteen cómo acceder a una industria que ya está ofreciendo oportunidades a perfiles muy diferentes.

En 2016 los esports generaron 4,5 millones de euros en España y se prevé que alcancen la cifra de 24 millones en 2020, según un estudio de Play the Game y Newzoo. Tan solo en 2017 se consumieron 7.000 millones de horas de deportes electrónicos en todo el mundo. Ante este escenario, la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) y la Escuela de Periodismo de Unidad Editorial junto a la Universidad Carlos III, entre otras, han iniciado los primeros másteres dedicados íntegramente a los esports.

Los jóvenes (entre 25 y 34 años) que acaban de terminar sus estudios universitarios y que podrían plantearse acceder a alguno de estos posgrados forman parte del público que más esports consume en España, según datos de ESL. Aunque predominan los hombres (71%) frente a las mujeres (29%), se augura que se dé un crecimiento notable del público femenino. Estos nuevos estudios aún no ofertan muchas plazas (unas 20 por curso), pero la intención es que su enseñanza se normalice y se amplíen poco a poco.

Profesiones del futuro

Los esports necesitan jugadores profesionales, pero también desarrolladores, productores, entrenadores, periodistas, comentaristas, fisioterapeutas, psicólogos, analistas, relaciones públicas, abogados, notarios, diseñadores, realizadores… y quizás otras profesiones que ahora seamos incapaces de imaginar.

El director del Máster en Gestión y Comunicación en los Esports de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), Guillermo de Haro, cree que en el futuro de los esports nacerán más profesiones relacionadas con la medición de audiencias, la relación con las marcas y, sobre todo, tecnológicas: “Por ejemplo, uso de datos y analítica para la toma de decisiones, que es algo que ya está despuntando en otras disciplinas deportivas”, explica.

El conocimiento de los juegos sobre los que se vaya a trabajar y saber conectar con las comunidades son esenciales, señala De Haro, especialmente para los comentaristas de esports, los casters, que según explica, no son tan parecidos a los comentaristas deportivos clásicos. Lo mismo sucede con los encargados de marketing y otras disciplinas: “Conocer la idiosincrasia de los esports es primordial”.

“Mamá, quiero ser jugador de esports profesional”

¿Qué cara se le queda a un padre cuyo hijo le dice que quiere ganarse la vida jugando a videojuegos? Y no solo quiere jugarlos, sino también comentarlos en un estadio, escribir sobre ellos en la prensa diaria o grabarlos para un programa de televisión. Incluso ser el fisioterapeuta o el psicólogo de un equipo de jugadores de League of Legends, por ejemplo. Los padres harían bien en prepararse para abrir su mente a una nueva situación que cada vez se da con mayor frecuencia.

“Es más fácil ser jugador profesional de esports que de fútbol o baloncesto, ya que dependen de la habilidad y del entrenamiento, no tanto de la genética como en otros deportes”, cree De Haro, que también anima a los padres escépticos a conocer este mundo: “Puede ser una salida profesional a largo plazo, es una industria creciente, de hecho, mucho más sana que la de otros deportes de élite”.

Los nuevos estudios especializados en esports reciben alumnos de ámbitos muy dispares. Son ingenieros, abogados, empresarios sin experiencia en ellos, jugadores y gestores de equipos de esports. Pero también son en su mayoría hombres (más de un 75% en el caso del máster de la URJC), a pesar de que gran parte del profesorado está formado por mujeres: “Espero que en próximas ediciones podamos contar con todavía más chicas en ambos frentes”, comenta De Haro.

Un largo camino por recorrer

Aunque las previsiones de crecimiento de los esports son muy alentadoras y parece que nada podrá frenar su expansión, se trata de una industria muy joven que aún tiene un largo camino por recorrer para poder asentarse. No hay que olvidar que, aunque en España cuatro millones de consumidores de esports están completamente familiarizados con ellos, otra gran parte de la población todavía desconoce por completo de qué trata todo este mundo.

Guillermo de Haro es optimista y considera que ya existe una base de seguidores para que los esports sean una disciplina importante a largo plazo: “Que se consolide y alcance otras cotas, que yo creo que sí ocurrirá, puede ser un tema de debate, pero es una realidad”, asegura, y cuenta su caso personal: “Veo a mi hijo de cinco años levantarse por las mañanas y poner en la televisión partidas de Mario Bros. Le gusta verlas y le gusta jugar. Tenemos audiencia y jugadores para rato”.