Rafael a Adriana: "No te marches"

Al día siguiente, Adriana y Rafael vuelven a encontrarse en los pasillos de la Casa Grande, y este último le ofrece acompañarla si va de paseo. En cambio, la Salcedo de la Cruz no está con ánimo de salir con él: "Tu hermano quiere que nos marchemos a Francia cuanto antes. No quiere, ni si quiera, esperar a la boda de tu padre". Como era de esperar, la idea no le agrada en absoluto a Adriana, que estar alejada de todo lo que ama se le hace imposible. Ella no se quiere marchar, pero Julio ha tomado la decisión y es inamovible.

"No te marches, dile que no quieres marchar y que ese viaje solo te traerá desdichas", le dice Rafael cuando Adriana se dispone a salir por la puerta, pero ella no cree que sirva de nada. El segundo hijo del duque le pide que no se rinda, pero es la joven la que le recuerda quién lo hizo en el pasado: "Fuiste tú el primero que se rindió. Ya es tarde". En cambio, Rafael le hace una confesión que puede dar un giro de 360 grados: "Yo no me voy a casar con Úrsula".