Sinopsis
Don Hernando ha hecho llamar a Irene con la intención de volver a insistirle en el casamiento con su hijo Leonardo. Tanto el marqués como la Gálvez de Aguirre habían hablado con anterioridad que la joven llevara a cabo la petición de Bárbara de aceptar el compromiso, la única opción posible para el Guzmán: "Está en sus manos que todo esto sea traumático para todos o que se lleve de una manera civilizada".
Irene tiene la curiosidad de saber por qué el consejero del rey se empeña en convencerla que es lo mejor para ella en vez de obligarlos directamente. A don Hernando no le gustaría forzarla y que quisiera por ella misma formar parte de su familia. "Don Hernando, puede imponerme que me case, pero no puede pretender que sea dichosa por ello. Usted no tiene autoridad sobre lo que siento", le dice al que es el padre de su prometido.
Es entonces cuando don Hernando pasa al siguiente nivel, amenazando a la hija del duque: "Si usted se niega al compromiso con Leonardo, tendrá que sufrir las consecuencias, y no solo usted, sino también todos los Gálvez de Aguirre". El marqués insiste en que es lo mejor no solo para ella, si no también para su hijo y Bárbara, algo que Irene duda.
La joven está dispuesta a marcharse, pero pronto deshace sus pasos para volver a enfrentarse al padre de Leonardo: "No pienso discutir más, principalmente porque sé que me es inútil", le dice a don Hernando, aceptando así el compromiso. Eso sí, con una condición innegociable: "No me casaré aquí, en el valle". Una condición que el marqués entiende que es para no hacer sufrir más a Bárbara.
