Sinopsis
Toda la familia espera en el comedor a obtener noticias tras el interrogatorio de Úrsula. Irene cree que están tardando demasiado, pero Rafael la tranquiliza. La situación en la Casa Grande es tensa: el duque no mira a Victoria, y Adriana no quiere que Pedrito esté presente en un momento así, pero a Francisco no le da tiempo a llevarse al niño.
Finalmente las puertas de la sala se abren y dan paso a los dos hermanos de la Santa Hermandad y una esposada Úrsula. "Lamento hacer saber que, conforme al derecho, doña Úrsula Salcedo de la Cruz y Hurtado, está prendida. Será conducida ante el real y supremo consejo de Castilla para ser juzgada y castigada como corresponda por el asesinato de Julio Gálvez de Aguirre. Las pruebas contra ella son determinantes", anuncia la autoridad competente.
Don José Luis intenta lanzarse contra ella, lleno de dolor por haber asesinado a su primogénito, pero Rafael se lo impide. "Míreme, ¿por qué mató a mi hijo?", pregunta el duque a una Úrsula que no puede dejar de llorar y no es capaz de responder para más tarde amenazar con ser él mismo quien imparta justicia si no se llevan a la joven de su casa. Finalmente, la sobrina de Victoria mira por última vez a su tía, también destrozada por la situación, mientras que Pedrito niega con la cabeza sin creer lo que pudo hacer su prima.
Sin duda, un momento esperado por Rafael, que al fin ve cómo se hace justicia por el asesinato de su hermano.
