Episodio 307

Luisa no quiere volver a ver a su hijo, ni más visitas. Adriana, muy preocupada, se lamenta con Rafael quien no tiene más remedio que contarle a Alejo la realidad de Luisa. Irene acude de nuevo a Bárbara y ésta le dice que vuelva a hablar con Leonardo. Pero el chico le recuerda que sigue enamorado de Bárbara. Pepa cocina en la casa grande por la enfermedad de Eva. La comida es un éxito y Francisco la felicita, pero Pepa duda que Eva esté enferma de verdad. Francisco miente y niega rotundo. Dámaso teme que los jornaleros paguen la lejanía de las tierras y Mercedes da con la solución, para sorpresa del hombre. Victoria, sin ser vista, ve la sintonía de los socios y rabia. La duquesa sigue cargando de trabajo a Atanasio que pide prudencia a Matilde y que priorice su boda. Pero a Matilde le puede la rabia. Alejo, muy preocupado por Luisa, se presenta en la cárcel con la intención de verla. Lo consigue previo pago al capitán. La visita a Luisa es dramática: la criada se desploma en el suelo. No reacciona.