Sinopsis
No hay nada que detenga a Rafael en su trabajo, ni si quiera que Úrsula haya sido detenida por el asesinato de su hermano. El duque se sorprende al ver a su hijo continuar con su labor, y le pide que deje sus obligaciones por un momento: "Me gustaría que habláramos tranquilamente", le dice a un Rafael que comienza a inquietarse.
José Luis está tan nervioso que no sabe ni por donde empezar, pero finalmente se decide a sincerarse con su hijo: "Quería decir y agradecerte. El caso es que si no llega a ser por ti, jamás nos hubiésemos enterado de la verdad sobre lo que le pasó a Julio". El duque quiere continuar mostrando su agradecimiento pero Rafael le para. "Padre, no es necesario que continúe. Sé que está agradecido con lo que he hecho, y acepto de buena gana su agradecimiento, pero solo hice lo que debía hacer", le dice.
El duque reconoce la valía que ha demostrado el Gálvez de Aguirre al llevar solo la investigación, algo que hizo por Julio. Sin embargo, José Luis quiere agradecer algo más a Rafael: "Todo lo demás, todo lo que has hecho por los Gálvez de Aguirre desde siempre. Siempre has sido el primero a la hora de arremangarse, te hiciste cargo de la finca con determinación, te echaste todo el peso a tus espaldas para evitar que el valle se fuera a la ruina en una mala época".
Las palabras de su padre empiezan a emocionar a Rafael, que sigue reconociéndole todo lo que ha hecho. "Fuiste a una guerra que no te pertenecía, tan joven, y todo sin protestar. Pensando antes en los otros que en ti mismo", continúa diciéndole, haciendo hincapié en cómo se lo ha pagado y pidiéndole perdón: "Despreciándote, machacándote, vapuleándote. Esa es la moneda con la que te ha pagado tu padre. Quiero que sepas que siento de todo corazón todo el daño que te he hecho". El duque, también con lágrimas en los ojos, le promete a su hijo que luchará por ser el mejor padre, por acercarse a él, por hacer que esa distancia que les ha ido separando con el tiempo se acorte.
Rafael se ha quedado sin palabras ante el discurso de su padre, pero finalmente también quiere pedirle disculpas: "Siento todo el daño que le he ocasionado a usted y a la familia, no soy perfecto como dice". Además, el joven aprovecha para sincerarse con él. "Yo nunca quise estar enamorado de Adriana, se lo juro. Mi corazón no atendió a razones, y eso me atormenta. Padre, nunca me voy a poder perdonar todo el daño que le he ocasionado a Julio en vida. Esta herida ya no va a sanar".
