Adriana tiene en su poder la carta de Úrsula

Poco después de esta decisión, Adriana se encuentra en los aposentos de Julio y sus pensamientos la llevan a un recuerdo: el momento en el que su marido y Úrsula hablan en la capilla de la misiva que Victoria le mandó haciéndola venir al valle para hacer un encargo que debería quedar en secreto. Ella fue testigo de cómo su marido le confesaba que él tenía esa carta a su prima al estar escondida detrás del altar y escuchar toda la conversación.

La carta de la habla Julio es la misma que ella había visto en la habitación de Úrsula y que desapareció. Así, Adriana se da cuenta que su marido siempre ha sabido que esa misiva existía y aún así le hacía creer que solo eran imaginaciones suyas. Carta que ahora tiene ella en su poder al haberla encontrado en el escritorio del hijo del duque.