Los vecinos de Roblido se quedaron y salvaron su aldea del fuego

En Roblido, un pequeño pueblo orensano, comen juntos todos los vecinos desde el 15 de agosto. Ese día algunos decidieron quedarse para defender a su aldea de los incendios.

Hicieron un perímetro de 50 metros alrededor del pueblo y desbrozaron para si llegaba el fuego poder apagarlo fácilmente. Cuando llegó el fuego, con todo lo que encontraron, detuvieron el avance de las llamas.

El pueblo hoy está rodeado de tierra quemada y ceniza pero ni una sola casa resultó afectada. Supieron actuar a tiempo. Ahora quieren también adelantarse a los efectos de las posibles lluvias en el monte arrasado.

Foto: Brais Lorenzo/EFE — Superficie calcinada por el incendio de Larouco