El primer ministro de Francia se somete a una moción de confianza

15 de julio. El primer ministro francés presenta sus presupuestos para 2026. François Bayrou alerta de que la deuda acerca a Francia al abismo. Propone trabajar más, quitando dos festivos, y recortar 44.000 millones de gasto público. El rechazo a su plan es unánime, la izquierda lo tacha de antisocial; los de Le Pen, de tardío e ineficaz.

10 días después, anticipándose a una posible moción de censura, el propio Bayrou pide someterse a una cuestión de confianza. Para muchos, un suicidio político. Su coalición de centroderecha está en minoría en el Parlamento. Los otros dos grandes bloques rechazan darle su confianza. Se espera que este lunes el Gobierno francés caiga por tercera vez en poco más de un año.

La inestabilidad política y los crecientes problemas financieros de Francia pasan factura también al presidente. La izquierda radical y la extrema derecha piden la cabeza de Macron, cada vez más impopular. Pero él descarta adelantar las presidenciales de 2027. Sí podría convocar otras legislativas, como las del año pasado. Aunque según las encuestas, el Parlamento saldría igual de fragmentado.

Lo más probable es que Macron nombre nuevo jefe de gobierno. Tras sucesivos fracasos de Ejecutivos cercanos al presidente, la gran pregunta es si se plantea cohabitar con un gobierno de izquierdas.

Foto: Abdul Saboor/REUTERS — Asamblea Nacional francesa