El paso de Israel por Eurovisión: una canción y una representante sobre los atentados de Hamás

Israel despliega cada año su poder blando en el escenario de Eurovisión.

En 2024, el país irrumpió en Mälmo como un huracán. En plena ofensiva en Gaza, la canción de Eden Golan, tercera opción después del veto de las anteriores, agitó más el avispero.

En esa edición, las protestas compusieron el paisaje cotidiano de una ciudad que no entendía el doble rasero de la misma organización que había decidido expulsar a Rusia en 2022. Una tibieza que despertó sospechas, entre otras cosas, por el patrocinio de la compañía israelí Moroccanoil. Las banderas palestinas no pasaron de la calle. En Malmö se endurecieron las normas y solo las de los países participantes pudieron acceder a un recinto donde también sonaron los controvertidos aplausos enlatados.

Un año después, en 2025, Israel seguía atacando Gaza y cantando, esta vez en Basilea. El país escogió como representante a Yuval Raphael, superviviente de los brutales atentados de Hamás. La polémica no se reflejó en el televoto, donde Israel arrasó, lo que generó un revuelo que derivó en la investigación de un sistema que permite hasta 20 votos por móvil. En el presente, la continuidad de Israel está más en duda que nunca.

FOTO: EFE/EPA/GEORGIOS KEFALAS