Sinopsis
Las gasolineras de bajo coste, en el punto de mira debido a la calidad de su carburante. El director de operaciones de Ballenoil, David Albuquerque, afirma que la empresa cumple "con los estándares de calidad igual que cualquier otro operador nacional y nuestros productos tienen garantía y calidad para nuestros clientes".
Los carburantes, tanto los de los surtidores de bajo coste como los de las gasolineras convencionales, provienen de las nueve refinerías que hay en España. A pesar de esto, luego se almacenan en depósitos distintos para las diferentes marcas. Desde la empresa aseguran que la trazabilidad de sus combustibles está garantizada.
Albuquerque asegura que "desde que sale del operador logístico hasta que llega a la estación de servicio es un trayecto donde no se detiene, donde trae unos precintos que nos garantiza que no ha sido manipulado".
Desde la Asociación de la Industria del Combustible de España, que agrupa a los principales operadores, explican que la principal diferencia radica en la presencia de aditivos. Inés Cardenal, directora de comunicación de la Asociación de la Industria del Combustible de España, explica que "el combustible de base no es malo, pero los aditivos que incorporan nuestras asociadas hacen un combustible mejor". Además, ha añadido que están testados en centros de investigación y acreditan rendimientos del motor a largo plazo mejores".
La otra diferencia por la que los carburantes son más baratos en las de bajo coste es el modelo de negocio. Las gasolineras de este tipo no cuentan con tienda, ni personal, lo que les permite reducir los costes operativos.
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