Sinopsis
Cada vez son más visibles, y no solo el 20N: símbolos franquistas convertidos en pura estética, mensajes descontextualizados que circulan por redes sociales y jóvenes que los reproducen sin conocer su carga histórica.
"Ellos no saben quién fue, pero les parece interesante", señala el profesor de la UNED, Antonio Álvarez. "Vacían de contenido ese componente ideológico y se quedan con símbolos como estética".
Para los jóvenes es una tendencia mainstream, algo cultural, con mensajes descontextualizados que reciben en redes. Hay quien sí adopta algunas ideas que comparten con la ultraderecha: rechazo a la inmigración, defensa de la familia tradicional o contra las diversidades sexuales. Difunden los mensajes descontextualizados o datos falsos que reciben en redes, como oposición a las políticas actuales de migración o feministas.
También ocurre en los adultos, solo que ellos socializan y reciben contenido por otros canales. Y eso se une a la visibilidad que le da la política. El resurgimiento de otras corrientes parece vinculado a que hay actores políticos convencionales que establecen puntos de contacto con los discursos franquistas.
Desde el año 86 las personas que apoyaban el franquismo iban en descenso. Sin embargo, recientemente se ha invertido la tendencia: del 10 se ha pasado al 21%. Por su parte, los sociólogos destacan otro dato: el 70% de los españoles cree que los años de la dictadura fueron malos o muy malos.
FOTO: GETTY IMAGES
