Sinopsis
La inflación de los alimentos ya suma un aumento del 38,5% en los últimos cinco años. Son 16 puntos más que la general, que acumula una subida del 22,4%. Ciudadanos comentan a TVE que "antes de la pandemia, con 50 euros, algo se compraba, como un par de bolsas, pero ahora ni siquiera te llega para la bolsa completa".
Productos esenciales como el pan ya acumulan un encarecimiento del 25%, así como los alimentos frescos, que han subido un 42%.
Otro ciudadano afirma que "la fruta, el pescado, la carne, todo está por las nubes". Entre las carnes, la que menos se ha encarecido es la de ave, la mitad que la de cordero y bastante menos que la de vacuno, que se han convertido en un lujo para muchos.
Asimismo, se ha notado la subida del pescado, no tan acusada, pero que se nota en el bolsillo de las personas. Lo mismo ha sucedido con las frutas y las verduras, alimentos saludables que ahora son más inaccesibles.
El doctor en Economía de la Universidad de Deusto, Massimo Cermelli, explica que "vemos como hemos pasado de productos frescos a productos ultraprocesados porque son más baratos".
Tras este encarecimiento se encuentran muchos factores como el encarecimiento de la energía, las sequías o conflictos como Ucrania u Oriente Medio, que distorsionan los mercados de materias primas. Cermelli afirma que "es muy poco probable que volvamos tener los precios de hace cuatro o cinco años".
Esta pérdida de poder adquisitivo afecta a los hogares con menos ingresos, porque su proporción de gasto en alimentación es comparativamente superior al resto de hogares.
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