Una cafetería de Londres no cobra las consumiciones sino el tiempo que pasas allí

Lo primero que hay que hacer nada más llegar a este peculiar café es coger uno de los muchos relojes que hay en el mostrador y anotar la hora. A partir de ese momento pagaremos tres peniques por minuto, el equivalente a algo más de dos euros la hora. Todo lo demás es gratis: el café, el té, las galletas o las tostadas.