¡Ay mi madre!

María y su madre nunca han llegado a entenderse, ocasionando el distanciamiento entre ambas durante seis años. Hasta que Paca, madre de María, fallece repentinamente provocando el regreso de María al pueblo para hacerse cargo de los preparativos del funeral. Entre ellos vestir a su madre con la mortaja que supuestamente ella misma había preparado para el fatídico día. Todo cambia cuando descubre que la mortaja de su madre es su traje de flamenca. Ocasionando una sucesión de cómicas situaciones que llevan a María a enfrentarse con su pasado y su futuro.