Episodio 338

Cristóbal amenaza a Rodolfo con denunciarlo por traicionar la voluntad de su difunta madre, pero Rodolfo lo amenaza por su parte con denunciarlo a él por su militancia anarquista.

Adela se siente muy culpable de lo desaparición de Camino: no debió llevarla al Club Social. En su afán de consolar a Adela, el padre Julián franquea la línea de la intimidad.

Don Ricardo no atiende a la prohibición de Diana de hacer negocios con los alemanes. Le hace ver que ella ya no es nadie en la fábrica y que es Salvador quien debe pronunciarse. Pero Salvador se desentiende del asunto. Diana y él discuten amargamente. Como es de esperar, Soledad hace por aprovecharse de esa situación. La convivencia entre Benjamín y Raimundo es un cómico infierno: las manías del uno crispan al otro. Marina regresa al hospital, decidida a recobrar su empleo. Celia teme que pueda intentar algo contra Elisa o contra Aurora... y recurre a la única persona a quien cree capaz de intervenir, aunque sea fuera de la Ley: su tío Ricardo.