China

"Dejad que China duerma, porque cuando despierte el mundo temblará", se dice que afirmaba Napoleón Bonaparte, lo que demuestra que hace dos siglos ya se vislumbraba la posibilidad de que el gran país asiático se pudiera convertir en una potencia mundial. Hoy el crecimiento de China resulta apabullante. Ha pasado de país subdesarrollado, a fábrica del mundo. Y ese papel predominante entraña algunas preguntas inquietantes respecto a como puede afectar al resto de economías mundiales. Coloquio entre Ramón Tamames, Catedrático de Estructura Económica de la Universidad Autónoma de Madrid y catedrático Jean Monnet por la Comunidad Europea; y Felipe Debasa, profesor de Historia Contemporánea de la Universidad Rey Juan Carlos