Sinopsis
Olga Merino es una joven escritora que compagina su condición de autora con la de periodista, y que llamó la atención con su primer libro, Cenizas rojas, allá por los 90. De escritura lenta como ella misma suele reconocer, ahora acaba de publicar su tercera novela, Perros que ladran en el sótano (Alfaguara), donde de nuevo el desarraigo juega un papel importante. El protagonista es un niño que nace en Tetuán, hijo de clase media, que oculta su condición de homosexual durante el tardofranquismo, y que acabará de bailarín en una pequeña compañía de varietés que actúa por diversos pueblos y ciudades de España.
Para hablar de esta historia nos citamos con la autora en una sala cabaret de Barcelona, Espai d¿Art Tinta roja, donde bien pudiera haber actuado en su día el protagonista de la novela. Allí nos habló Olga de la tristeza que suele impregnar sus novelas, de sus tres libros publicados hasta la fecha que conforman una trilogía del desarraigo en momentos históricos y circunstancias diferentes. También nos comentó que no tuvo problemas en meterse en la piel de un hombre pero si de un hombre que se veía forzado a ocultar su condición de homosexual. De la misma manera que nos comentó la importancia que la enfermedad juega en la novela, algo que le sirvió casi de catarsis personal puesto que durante la escritura, sufrió una extraña enfermedad que la tuvo postrada un tiempo en el hospital.
Olga Merino aprovechó la entrevista para reivindicar también la importancia de los personajes secundarios, algo que queda muy patente en la segunda parte de su nuevo libro, ya que todos los que forman parte de esa compañía teatral muestran perfiles distintos aunque muy reconocibles para los lectores.
