Vuelos parabólicos: ingravidez en la Tierra

Primer contacto de Sara y sus compañeros con la gravedad cero, manejarse en ingravidez no es fácil, requiere práctica. Durante los vuelos parabólicos aprenden habilidades clave para cualquier misión: cómo manejar las distintas herramientas, hacer las traslaciones o cómo fijar los pies para tener las manos operativas. Los pilotos trazan parábolas durante 3 horas, la gravedad cero se consigue, tras el ascenso, cuando detienen los motores y el avión cae en picado, son solo 22 segundos, pero los pilotos realizan 31 parábolas por vuelo, por lo que son 31 ocasiones para vivir la gravedad cero. Pero, la ausencia de gravedad puede traer problemas, la sangre tiende a fluir a la cabeza, creando tensión intracraneal por ejemplo. Esta se combate aplicando presión en la parte inferior del cuerpo. Ana y su equipo quieren crear una base de datos con la que cada astronauta sepa cuanta presión negativa debe aplicar. El suyo es solo uno de los equipos científicos a bordo de un total de 8, tratando de averiguar los efectos de la gravedad cero, para que en un futuro Sara y sus compañeros vuelvan sanos de cada misión. Hablamos con dos de las protagonistas de esta experiencia: Melani Stübert, periodista de RTVE que acompañó a Sara García, astronauta de reserva de la Agencia Espacial Europea y bióloga molecular, investigadora posdoctoral en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).