Sinopsis
El secretario general del PSOE de Extremadura y el hermano del presidente del Gobierno se sentarán en el banquillo de los acusados por supuesta prevaricación y tráfico de influencias. La Audiencia provincial de Badajoz rechaza los recursos de los once imputados por la presunta contratación irregular de David Sánchez en la Diputación pacense, y ya no cabe recurso: todos irán a juicio.
Las primeras palabras de Miguel Ángel Gallardo sobre esa decisión llegan en forma de carta a la militancia. Dos páginas que comienzan resaltando su compromiso y años de servicio al partido y a Extremadura. Subraya tener un estricto respeto a la ley, pero insiste en que "existe una minoría de jueces que, de manera consciente, dice, pretenden hacer política". Asegura que "esperaba" esta decisión de la Audiencia pacense, que no le sorprende, y defiende que David Sánchez "superó pruebas objetivas" para un puesto directivo que, añade, "existía desde hace muchos años".
De bochornoso, califica el consejero de Presidencia de la Junta que el líder de la oposición vaya a sentarse en el banquillo. Abel Bautista dice que Gallardo ha acusado a todo el mundo de su imputación, recuerda la urgencia con la que accedió a la Asamblea para aforarse, dice, y le insta a abandonar el acta de diputado.
Los grupos parlamentarios de derecha exigen la dimisión inmediata del secretario regional del PSOE. Mientras que Unidas por Extremadura desea celeridad para centrarse, dicen, en los problemas de la ciudadanía. Los socialistas confían en que se demostrará la inocencia de su líder.
Uno de cada tres hombres utiliza la prostitución alguna vez en su vida. En el Día Internacional contra la Explotación Sexual, Médicos del Mundo pone el énfasis en los puteros y en desterrar los estereotipos que acompañan a las mujeres que la ejercen.
Los bomberos forestales apuntan a que la plantilla insuficiente explica en parte la gran magnitud que han adquirido los incendios este verano. Tras trabajar más de doce horas, en su descanso, ningún equipo les podía proporcionar el relevo y los fuegos crecían o se reactivaban. UGT estima que hace falta un 50 por ciento más de efectivos en Extremadura
