¿Cómo se canalizaba el agua por el acueducto de Segovia?

El acueducto de Segovia es un ejemplo de ingeniería hidráulica romana que une 800 metros de piedra sobre piedra, por 120 pilares y 167 arcos de medio punto sin argamasa, formando el soporte monumental necesario para sostener un canal de agua de 30 centímetros. Esta catarata de piedra se conectaba a 17 kilómetros de distancia con la sierra del Guadarrama, haciendo posible el milagro del agua corriente en la Hispania romana, permitiendo la vida y el desarrollo del urbanismo en la ciudad de Segovia.

El valle disponía de agua para sobrevivir, está rodeada de manantiales y ríos, pero su construcción se basó en dos motivos. En primer lugar, la propaganda y en segundo lugar porque los romanos no se conformaban y buscaban las mejores aguas: las de lluvia recogida, la explotación de manantiales, subterráneas por su limpieza y seguridad, y agua corriente. Utilizaron canalizaciones y decantadores por los que el agua era conducida, garantizando que llegara al núcleo urbano con la máxima calidad. Y es que el poder imperial entendió que el dominio de la piedra podría llegar a ser su mejor arma.