Curro, el culpable de destrozar el cuadro

El marqués y Leocadia reúnen a gran parte de la familia para averiguar si uno de ellos ha tenido algo que ver en el acuchillamiento del cuadro. Catalina es la primera en defenderse, la segunda Martina. Ángela también dice que ella no fue, y Manuel lo hace a su manera: "Yo no he sido. No soy de los que se esconden".

Al ver que ninguno de los presentes afirmaba haber tenido la culpa del destrozo, Curro irrumpe en el salón respondiendo a la pregunta del marqués: "Fui yo. Yo desgarré el cuadro. No podía soportar su presencia aquí. La primera vez que vi ese retrato se me llevaron los demonios".

Como era de esperar, los reproches del capitán de la Mata hacia el lacayo no tardaron en salir, alegando que se trataba de una obra de arte. "Solo sé que esa sonrisa, esa mirada, me traían recuerdos del mal que ha causado la marquesa aquí, así que no iba a permitir que estuviera ahí, triunfante, una vez más", explica Curro que, ante el enfado de Lorenzo sobre si asumirá él el coste del cuadro, asume que eso no puede hacerlo pero sí aceptará las represalias que quieran tomar contra él.